La vida es un retorno o tiene sentido

E n el siglo XIX con su fuerte crisis de fé, cierto en el gran éxodo a las doctrinas orientales, los avances biológicos y las dudas suscitadas por todos, así como el querer, saber y conocer los progresos y momentos revolucionarios del siglo dicho entre muchos factores, abocó a otros tantos filósofos y pensadores a cuestionarse en un modo distinto el problema/dilema, del sentido o sin sentido de la propia existencia humana en el propio sentir individual.

Analizando que el propio término existencia, ahora y fuera en su sentido etimológico, es decir, estar «ahí exteriormente» de uno mismo, sin ser árbol, animal, piedra... etc, cuya vida les viene programada y sellada, sino tal vez, una apertura del propio ser, falta de preprogramación. (Es necesario abandonar el pasado y presente, dado que la especie humana, con ser tan evolutiva, se perdería el futuro, sin tener conocimiento de ser cierto o incierto). Nietzsche, en su caso, la solución que aportó y regaló al final de su vida, fué la doctrina del Eterno retorno, dado que según él, todo va a repetirse un número infinito de veces.

A su lado Milan Kundera, en su gran obra La insoportable levedad del ser, exponía, que la teoría de Nietzsche del eterno retorno, era tan misteriosa, que el propio, dejó un poso de indecisión a las teorías de filósofos anteriores y posteriores, en el pensar que en un cierto tiempo, haya de repetirse todo lo que hemos vivido hasta el término infinito. Esa infinitud aseverada por Descartes, suponiendo más adelante un retroceso en el llamado filósofo de la modernidad, rebatido por David Hume en cuanto a la infinitud, dado que si el ser humano no ha tenido experiencia de ello jamás podrá entender la misma.

Si la revolución francesa tuviera que repetirse, la propia historia, gráfica y real, nos indicaría que nadie jamás se sentiría orgulloso a partir de Robespierre, por tanto, es de pensar, y así lo hago, que esos años sangrientos, son o fueron teorías, meras palabras, discusiones, historia nimia, como otras tantas acaecidas en la historia mundial, no obstante primordial y sin miedo.

Por tanto y sin sorpresa, la idea del eterno retorno, significaría una perspectiva desde la cual las cosas serían cambiantes de la propia verosimilitud, lo verdadero así es, en función de matices del historiador, dado que lo real es lo cierto. ¿Pero cual es lo real, verdadero o verídico?

Aclarando esta etiología lingüística, tenemos en cuenta que lo verdadero no es real (un vaso que vemos no es verdadero, aunque ciertamente lo veamos, es real, al poder cogerlo y tomarlo... luego, verídico como derivado de lo real, puede tener varias formas de interpretación, tal cual la historia manifestada).

Aclarada la parte intrínseca del presente artículo y siguiendo con el gran F. Nietzsche y sus dudas o asertos en cuanto al dicho sentido de la vida, debo y creo que la misión está en establecer que la muerte no nos debería dar miedo, en cuanto cada cual ha consumado su vida y si pensamos en función de que habrá de repetirse indefinidamente, según la ya dicha doctrina del Eterno retorno, podríamos corregir nuestros errores! (Sic).

Las corrientes existencialistas, tras la Segunda Guerra Mundial, nos dejaron la duda de que el sentido de la vida, pasó a ser un tema fundamental en la Filosofía. Pascal y sobre todo Kierkegaard, sin ser menos animales racionales o sociales, tan solo meros eslabones de la cadena evolutiva en el devenir de la historia universal, tomaron la vida fuera de la propia historia, (leer a Kierkegaard, es como salir de la propia vida, o meterse en la que él defendía). Existencialista anterior a Sartre, aparte de neoortodoxo y pos-modernista (1813) y sobre todo gran crítico de Hegel, al ser «defensor» de la ética cristina. Analizó que la vida, es un mero aprendizaje, tal vez en el pensamiento, para someternos a constantes renuncias, al fracaso continuado de nuestras pretensiones, esperanzas, facultades; de nuestra propia felicidad, en definitiva es una escala de probabilidades.

Interesado y visto, Gustavo Bueno al respecto de lo expuesto, y leído poco a poco, veo que su Filosofía (1924-2016) al respecto, procura y apunta que el sentido de la vida debería escribirse en función de nociones de sentido, aseverando: «La pregunta del sentido de la vida, sería cuestión por la propia finalidad de ella misma, no obstante, esto sin ser exacto, dado que la finalidad no implica su propia finalidad. (El sentido de las vida) . Finalizo teniendo autores en los cuales poder analizar sobre la cuestión escrita, varios. Alber Camus, la entendió profundamente, al vivir con el aprendizaje de la soledad (Argelia, El extranjero ). Existen por tanto etiquetas varias al propio sentido,