EDITORIAL | El desafío de lograr que la clase media remonte

Los datos de la Agencia Tributaria demuestran que en los últimos años se ha incrementado en León el número de declarantes en los tramos de las rentas más bajas, una circunstancia que desvela el empeoramiento del nivel de vida de la clase media que antes de la crisis englobaba a la mayor parte de la población de esta provincia. La estadística esconde una realidad palpable, con hogares que no llegan a final de mes y sin posibilidad de mejora, y con jóvenes y adultos con experiencia laboral de décadas instalados en las filas del paro sin expectativas de cambio. Este es el drama que asfixia el progreso de gran parte de este país y que en León tiene su paradigma, con cifras tan contundentes como que las rentas más bajas ya ocupan más de un tercio del espectro económico de la provincia.

El informe de la OCDE ‘Bajo presión: la exprimida clase media’ debería ser de lectura obligada para los partidos políticos que estos días están inmersos en campaña, para que sepan cómo dar en el blanco de las necesidades reales que apremian a la gente a la que reparten sus programas. El empleo, el empleo de calidad, tiene que ser la prioridad de este mandato para que León no se convierta en un solar a medida que aumentan las desigualdades sociales y se empobrece la calidad de vida. Y es que el estudio de la OCDE deja meridianamente claro que solo la población asalariada es la que consigue capear la situación y mantener un nivel económico a pesar de las rebajas y las congelaciones salariales.