Miente que algo queda: San Marcos

S oy de la opinión de que lo mejor es no responder a quienes tergiversan la realidad porque, afortunadamente, el tiempo los acaba poniendo en su sitio. Sin embargo, cuando ese ejercicio se realiza en un medio público, como este periódico, y contra mi persona me veo en la obligación de hacerlo. Así, esta tribuna viene a rectificar, punto por punto, lo firmado por el acalde de León, Antonio Silván, el pasado domingo en este medio bajo el título de Obras son amores: San Marcos .

La primera referencia que hace el regidor leonés sobre mí alude a un supuesto «periodo gris» de mi etapa como presidente de Paradores. Fui el máximo responsable de esta emblemática red de hoteles entre los años 2008 y 2012. En esa etapa, además de tener que hacer frente a lo más crudo de la crisis económica global, que afectó de lleno al país y a todos los sectores, desde Paradores mantuvimos nuestras obligaciones y compromisos, en primer lugar, y a través del canon de Turespaña, aportamos a las arcas del Estado, durante los cuatro años, 57 millones de euros, cuantía que, por cierto, se redujo considerablemente en periodos posteriores.

?En segundo lugar, igualmente, la mejora, mantenimiento y renovación de nuestros edificios, además de conservar la calidad y la calidez de nuestros servicios.

En el año 2012, el nuevo Gobierno del PP se hizo cargo de Paradores, etapa que Silván pone como modelo. Pues lo primero que hizo la nueva dirección nada más llegar fue imponer un expediente de regulación de empleo que afectó a 700 trabajadores y trabajadoras. Un recorte de plantilla, al que se sumó otra reducción temporal de empleo de 200 personas, que deterioró la calidad del servicio que siempre ha caracterizado a esta señera marca hotelera y desmotivó a un personal que ejerce sus funciones de forma fundamental de cara al público. Reducción de personal, pérdida de calidad del servicio y desmotivación de la plantilla son los tres primeros ‘logros’ de la nueva dirección tras su llegada a Paradores en 2012.

Respecto al proyecto de mejora del parador de San Marcos de León, también quiero contestar al alcalde. Antes de que yo dejara de presidir Paradores, ese proyecto quedó redactado, pagado y presupuestado en una cifra que rondaba los 40 millones de euros. Recuerdo que estamos hablando del año 2012 y que en ese momento se llegó a disponer de la licencia para poder empezar las obras y todo listo para la adjudicación de las mismas, con el objetivo de concluirlas en dos años y dotar a León del mejor hotel de Europa.

Pero se produjo el cambio de Gobierno y el PP metió el proyecto en un cajón durante tres años y estuvo otros tres elaborando uno nuevo. Seis años preciosos perdidos.

Además, cuando en 2018 arranca la esperada actuación para la mejora de San Marcos, nos encontramos con que los responsables de Paradores deciden, temerariamente, demoler parte de las instalaciones antes de tener redactado, y mucho menos presupuestado, el proyecto de una segunda fase. Con ello, ahora, nos encontramos con un parador de turismo que tenía 250 habitaciones, reducido a menos de la mitad de su capacidad. Una situación ante la que cabe preguntarse a quién podría interesar que se mantenga así. Una pregunta a la que, también quizá, pudieran dar respuesta tanto la anterior dirección de Paradores como el propio alcalde Silván.

Pido a Antonio Silván que no se esconda acusando a los demás de «periodos grises» porque los únicos responsables de que no se haya hecho el nuevo parador de San Marcos es quien me sustituyó en el cargo y el propio alcalde, que no se ha preocupado en lo más mínimo por el proyecto en los últimos seis años y sólo se ha acordado de él a medida de que se han ido acercando las elecciones a las que concurre como candidato.