EDITORIAL | Problema real y urgente con los atropellos

El repunte de atropellos en las ciudades se ha convertido en un problema evidente que requiere respuestas eficaces. Sobre la mesa está el debate de si debe reducirse la velocidad a 30 km/h en todas las calles de las ciudades o, al menos, en las de un solo carril por sentido. Pero también parece imprescindible el que se avance en una concienciación generalizada sobre la necesidad de que todo el mundo sea más cuidadoso. Los ayuntamientos tienen que señalizar e iluminar debidamente los pasos de peatones. Y tienen que limitar los aparcamientos que reducen la visibilidad. En el caso de los conductores resulta imprescindible que se evite el conducir sin tener las condiciones adecuadas —empezando por el no consumo de alcohol— y con toda la concentración posible, obviando la existencia del móvil. Pero también son incontables los peatones que cruzan mal. Para evitarse un breve rodeo ponen literalmente su vida en juego.