Todos a buscar lagartijas

Siempre pasa igual. Hasta que no pierdes algo no te das cuenta de su valor. Algo parecido ocurre con las especies silvestres, hasta que no se consta su declive no nos damos cuenta de lo que está en juego. Esta semana, el Ministerio para la Transición Energética (Miteco) ha incluido a la lagartija leonesa en el Catálogo Nacional de Especies Vulnerables, el paso previo a su declaración de peligro de extinción. Se trata de una especie única en el mundo, ya que como su nombre indica, es endémica de los montes de León, concretamente del Teleno y de ciertas zonas de La Cabrera Baja. Sólo se han localizado algunos ejemplares en el límite con Orense y en Sanabria. Se sabe también que se distingue de otras lagartijas por tener unos ocejos azules en el costado y que la actividad turística y las nuevas infraestructuras en el Teleno y en el Morredero, la actividad pizarrera en La Cabrera, e incluso pruebas deportivas como la Vuelta Ciclista a España suponen una amenaza para las escasas poblaciones que se han observado en estas zonas.

No se sabe nada más de este reptil ya que no hay estudios que nos diga como se reproduce, qué come, con qué otras especies interactúa, que depredadores le afectan y cuales son sus pautas de comportamiento. Tan sólo lloramos su ausencia, sin poder poner sobre la mesa la poca información que tenemos sobre esta especie única en el mundo para poder salvarla. Lo mismo ocurrió con el desmán ibérico, esa especie de topo acuático con una trompa por nariz que le ha servido para tener el sobre nombre de «rata trompetera».

Hasta que en 2013 no fue incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas en la categoría de Peligro de Extinción, apenas había información sobre este mamífero, tan sólo que era uno de los mejores indicadores naturales, ya que sólo habita aguas de excelente calidad. No fue hasta que Europa orquestó un Life + para salvar al desmán de la inminente desaparición hasta que no comenzaron a fluir los estudios científicos que nos han ayudado a arrojar un poco más de luz sobre esta especie. Lo mismo pasará con la lagartija, hasta que no llegue un millonario proyecto europeo dispuesto a sacarla del olvido no creo que sepamos más de ella. Esperemos que no sea demasiado tarde y que para entonces se dejen atrapar, porque lo que sí sabemos es lo difícil que es capturar lagartijas, sobre todo cuando a penas existen ya.