cartas al director
Las dos caras de una moneda en política
E lija usted por cual quiere apostar, cara o cruz. Una le dará la satisfacción de apostar y entregar lo mejor que uno tiene y conseguir, o intentar alcanzar el sueño de un honrado/a al servidor del pueblo es decir: Guarderías públicas, escuelas públicas, hospitales públicos, residencia pública, asistencias a la tercera edad públicas, viviendas dignas, transportes públicos, es decir, una convivencia social humana, trabajo para los vecinos; en definitiva, un bienestar no perfecto, pero sí humano. En la lucha por conseguir estas mejoras sociales están el dejarte la piel día a día, votar lo que tu conciencia te dicte; por ello serás calumniado, ultrajado, despreciado, chantajeado por no seguir al rebaño.
La otra cara es ser muy amigo del quien sea. Tener buenas relaciones es muy importante total de colocar a la familia, militantes, compañeros, hacer que se privaticen cuestiones sociales, etcétera. Todo legalmente, por supuesto, faltaría más. Cómo es posible que antes no tenían dónde caerse y, muchas veces tenían que meter el dedo en el culo de las gallinas para ver si ese día podía comer al menos un huevo y, después se colocan en multinacionales. Existen políticos que dicen que como alguien se le ocurra tocar una sola hoja de la rama se cae todo el árbol y, la madre superiora con la rosita en la mano; a ver quién es el valiente que les mete mano y, como estos casos, en España se encuentran por doquier.
Prometen, prometen y al final dicen que la política es muy difícil, que no se pueden hacer las cosas de prisa, que todo lleva un tiempo, que se les comprenda, bla bla bla.
Perfectamente se les comprende y si no, que se lo digan a los 3.354.302 de parados, a los cientos de miles de jóvenes con alta cualificación que han sido desterrados por los gobiernos de turno por negarse y no caer en la mediocridad. ¡Oh cómo no le les vamos a entender! Que se lo digan a los pensionistas, con esas pensiones de limosna y el prepago de los medicamentos. Que se lo digan a las mareas blancas, defendiendo la sanidad pública y gratuita. Que se lo digan a los desahuciados, que se han quedado su casa los bancos. Que se lo digan a los que se suicidan ante la locura de no poder vivir decentemente. Que se lo pregunten a los que mueren en soledad abandonados in protección de servicios sociales.
Cómo no les vamos a comprender y entender, señoras y señores profesionales de la política, es muy difícil, tanto que apenas se encuentran candidatos para presentarse a las elecciones nacionales, comarcal, locales, para alcalde pedáneo, europeas y, al final, para pisar alfombra, levantar la mano cuando se lo manden sus amos. Cómo no les vamos a entender.
No serán despedidos al menos durante cuatro años, ni habrá prejubilaciones, reducción de plantilla. ERE, ni despidos por causas tecnológicas o de producción. Duerman tranquilamente después de una jornada agotadora.
Señoras y señores elijan la cara que deseen, el marco se lo regalamos nosotros.
juan fernández martínez