Astorga elogiar
U n buen día el destino profesional lo trajo hasta Ella sin saber, a ciencia cierta, si sería para corto o largo tiempo. Habían pasado pocos años desde su llegada y ya le dedicó unos cuantos renglones bajo el título, Augusta y Milenaria, que comenzaba de esta manera: «Erguida en la colina, majestuosa y altiva, se divisa. Montañas elevadas en forma de diadema y una meseta de extensa cola, te rodean...». Los lustros fueron pasando y al sobrepasar los cuatro, el integrado residente quiere mostrar su agradecimiento por todo lo que disfruta en esta tierra, además de expresarle un elogio sincero.
En Astorga se tienen experiencias novedosas e ilusionantes a través del conocimiento de sus principales monumentos, museos y restos arqueológicos de pobladores ancestrales. También ahondando en su interesante historia, tradiciones y cultura de sus gentes. Todo ello regado con multitud de festejos, amenizados con sonidos musicales de castañuelas, tamboriles y flautas; sin olvidar los repiques en la campana de Juan Zancuda y Colasa, dando las horas desde lo alto de la Casona.
Ciudad hermosa, pacífica y llena de contrastes: amurallada para la intolerancia y abierta a los respetuosos y solidarios visitantes. Salada por sus estupendos embutidos, jamones, cecinas y cocidos o dulce como sus mantecadas, hojaldres, merles y chocolates. Majestuosa como su imponente catedral y palacio o humilde semejando sus iglesias y conventos. Calurosa y fría cuando toca, con su fuente de chorros despidiendo agua clara a lo alto en una de sus plazas y donde la zarpa del león sobre el águila, rememora la valentía de hombres y mujeres en lucha por la libertad, pero con una serena disposición dialogante para mantener la paz...
Astúrica Augusta da la fuerza necesaria y el estado de ánimo adecuado para exprimir lo que el alma lleva dentro y expresarlo con sencillez y sentimiento. Agradecimiento y elogio que ahora de nuevo desea plasmar con estas sencillas y sentidas palabras y un corto poema de once versos, escritos unos cuantos meses atrás, que dice así:
Muy noble ciudad que me viste llegar/ y siendo monumental, me quisiste abrazar./ Ciudad leal que con valentía tuviste que luchar/ y orgullosa, tus victorias puedes contar./ Benemérita ciudad que nos haces madurar/ y con solidaridad, a los necesitados no te cansas de ayudar./ Ciudad magnífica que con ganas invitas a progresar/ y a la que sentidos versos, vienen a dedicar./ Augusta ciudad que tu luz nunca podrán apagar/ y de la Diócesis, capital, animas a reflexionar./ Y ahora Astorga, artística y cultural, así te deseo elogiar.