EDITORIAL | Toca hacer política con mayúsculas por responsabilidad

Ciudadanos, partido que parece marcado por una especial tendencia a la torpeza política, ha cometido un doble error en todo lo relacionado con la investidura de Pedro Sánchez. Su excesiva ambición le llevó en su día a anunciar un bloqueo absoluto a pactar con él porque soñaba con el ‘sorpasso’ al PP para hacerse el dueño del centroderecha. Pero esto deriva ahora en problemas internos. Y también perjudica a la gobernabilidad de España, al dejar al candidato del PSOE a expensas de los chantajes de los que intentan destruir el Estado Democrático y de Derecho que es España o a los que siguen sin condenar la violencia terrorista de la que formaron parte y que dejó un rastro de sangre y odio sin precedentes en el conjunto del país.

Ciudadanos realizó un compromiso expreso ante los españoles, y especialmente ante sus votantes, que ahora no puede incumplir si no quiere irse directamente a la historia de los partidos que soñaron estérilmente en España con ser la llave ubicada en el centro. Los que intentan a posteriori cambiar las reglas de juego sobre la marcha deberían aclarar sus actitudes personales, porque firmaron su incorporación a las candidaturas —primero para las generales de abril y después para las locales y autonómicas de mayo— sabiendo que Ciudadanos había elegido el ‘no es no’ a Sánchez.

Ahora toca ser responsables y mirar hacia adelante porque ese revisionismo permanente parece tramposo y torticero. En territorios como Castilla y León todo depende de que se empiece a gobernar con un programa claro y transparente. Se necesitan políticos dispuestos a hacer política con mayúsculas. Alentar la inestabilidad, incluso antes de la investidura, está poniendo en evidencia a más de uno.