EDITORIAL | Un León reivindicativo y unido
León ya tiene nuevo alcalde y en el discurso de apertura de mandato José Antonio Diez facilitó una diagnóstico interesante sobre los conflictos y los retos inaplazables que tiene la ciudad. En un ejercicio de pragmatismo político asumió como «el principal problema» el reto de «intentar acabar con la sangría poblacional» y combatir el desempleo sembrando las bases para dotar de «mejores condiciones a las empresas y su personal». Pero Diez es consciente de que «gran parte de las propuestas que han de regir el futuro de León pasan, irremediablemente, por el desarrollo desde otras administraciones». Y ahí estableció un compromiso claro: «voy a ser el más leal colaborador pero, también el más intransigente y reivindicativo cuando sea necesario». Buscar un «proyecto común y positivo» requerirá la aportación de todos y en ese sentido la declaración de intenciones en favor de trabajar con el conjunto de los representantes de los ciudadanos debe entenderse en un doble frente. Como una oportunidad para que sus compañeros de Corporación municipal se pongan también a trabajar con decisión. Y como un compromiso que el resto de partidos y la sociedad deben tener muy presente para exigir que se haga realidad, porque el éxito de este mandato de cuatro años que ahora arranca, estará condicionado a la capacidad del gobierno y de la oposición para colaborar en un marco de responsabilidad siendo todos constructivos, lo que ayudará a disipar las dudas sobre si otro mandato de pluripartidismo podría recaer en el inmovilismo por el bloqueo de las formaciones minoritarias.
El nuevo alcalde aspira a esta «colaboración de todos los miembros de la corporación para trabajar unidos». Y se compromete a conseguir una ciudad «más limpia, más acogedora, más moderna y sostenible; amable con sus residentes y afable con sus visitantes». Pretende mejorar los barrios y trabajar por los mayores, la infancia y las personas en riesgo de exclusión social. Y con el deseo de que León recupere la imagen de ser una ciudad limpia, segura, sostenible, cómoda y amable.
El gesto de alabar y agradecer el trabajo de sus predecesores en la Alcaldía porque «han luchado por la ciudad» exhibe un talante que es de agradecer en estos tiempos tan convulsos en la política. El arranque de Diez debe entenderse como un reto para todos. Ha abierto cauces que deben aprovecharse por el bien de León.