Cuando algo no se entiende...
i cree el presidente en funciones que los españoles, al menos una gran parte de ellos, piensan que único afán es tener Gobierno antes del 23 de septiembre, está muy equivocado. Cada vez se lo creen menos porque la gente normal y corriente, esa que está preocupada por su trabajo, por el colegio de sus hijos o por sus cortas vacaciones, tiene un sexto sentido para captar la verdad de las cosas.
Esta gente, es decir, una mayoría de españoles, entenderían a la primera que el presidente en funciones desde hace ya varios días se hubiera reunido con su socio preferente, se hubiera encerrado con ellos para, partiendo de cero, intentar un acuerdo. Entenderían a la primera que quiere gobierno posible si no contemplaran este tour con diversos colectivos cuyas aspiraciones , deseos y propuestas ya las conoce desde hace mucho tiempo. Cómo no las va a conocer si se proclama feminista, ecologista, progresista. Cómo no las va a conocer un hombre de izquierdas. Resulta increíble y fuera de lugar.
Es compresible que estos colectivos se sientan satisfechos cuando el mismísimo presidente en funciones acude a sus sedes, se sienta con ellos y toma apuntes de sus inquietudes. Es natural que agradezcan el gesto, pero el panorama no está para gestos. Está para hechos, para tomar decisiones y para no perder el tiempo.
¿Que pretende Pedro Sánchez? Reconozco que se me escapa lo que en el fondo pueda pasar por su cabeza o la de quienes le asesoran. Desconfía, y así lo proclama, de quien dice que es su socio favorito y no quiere saber nada con los independentistas después de haber permitido que a lo largo y ancho de España, personas de su partido hayan pactado tanto con Podemos como con independentistas —Aragón, Cataluña, Navarra—. Lo dice después de haber tejido una malla de acuerdos con quienes ahora no quiere pactar. Para que no falte nada, resulta que Ciudadanos y PP son tan responsables como el propio PSOE de unas eventuales elecciones. ¿Piensa el presidente en funciones que a los españoles se les escapan todos estos detalles? No, a la gente no se le escapa una. Parece obvio que Pedro Sánchez quiere doblar el brazo a Pablo Iglesias y a día de hoy también tiene su punto de enigma lo que estará pasando por la cabeza del líder de Podemos.
De estas dudas solo se saldría si, de verdad, se abriera un proceso negociador serio y riguroso, sin puyas públicas, sin entrevistas intencionadas y es obvio que los ciudadanos percibirían con claridad que se está realizando el esfuerzo que la situación requiere. La próxima parada será, si el calendario no me falla, en el País Vasco y el PNV no considera serio lo que está haciendo Sánchez.
En fin, que el calor no da respiro y el afán por llenar pantalla del presidente, tampoco. En septiembre será ella pero será tarde para los lamentos y los reproches.