¡Qué tragaderas!
gnacio Aguado y José Manuel Villegas, artífices del pacto que va a dar en unos días la presidencias de la Comunidad de Madrid a Isabel Diaz Ayuso, del PP, hacen como que no leen las informaciones sobre las andanzas de su candidata en la etapa de Esperanza Aguirre. Ya se sabe que Ciudadanos toleró las exigencias de Vox en Andalucía porque era «éticamente imprescindible» desalojar de la Junta a un socialismo andaluz carcomido por décadas en el poder y escándalos de corrupción. Pero en Madrid, con el mismo panorama, las mismas décadas, e incluso una petición de imputación para su ex lideresa, las exigencias éticas decaen.
Los datos conocidos estos días cuentan que Díaz Ayuso fue colocada por Aguirre de 2008 a 2011 en una empresa público/privada llamada Madrid Network, que recibió cuantiosísimas subvenciones del gobierno autonómico y donde cobraba una salario de nueve mil euros brutos al mes. Lo dejó porque salió elegida diputada autonómica en las listas de su mentora, a la que ahora niega con total desparpajo. Pero, además, también se ha sabido que la «protección» del PP alcanzó a su familia. En 2011 Isabel Diaz Ayuso se puso en contacto con la entidad semipública Aval Madrid, que había concedido un préstamo de cuatrocientos mil euros a una empresa de la que su padre poseía un 25%, para comunicarles que la tal empresa estaba «muerta». Curiosamente, poco después, la vivienda familiar y un local fueron puestos a su nombre por su padre. ¿Se parece algo a un alzamiento de bienes para evitar un desahucio por impago?
Ignacio Aguado ve tan al alcance de los dedos su cargo de vicepresidente que practica sin rubor las tragaderas políticas de hacer como que ni ve ni oye. Ahora calla, pero José Manuel Villegas, mano derecha de Albert Rivera, asegura que si Díaz Ayuso resulta investigada no habrá problema porque para eso está Ciudadanos, garantía de lucha contra la corrupción. La pregunta es a quien piensan recuperar del PP madrileño para limpiar las instituciones. Podrían llamar a Francisco Granados o a Ignacio González que conocen muy bien la sede de la Puerta del Sol y todas las concesiones y chiringuitos que montaron para desviar fondos públicos.
Y todavía siguen vendiendo que vinieron a política para regenerar la vida pública.