Editorial: Claridad en el patrimonio de la Iglesia
El camino de las inmatriculaciones abierto hace más de dos décadas por el Gobierno de José María Aznar propició la regulación de un elevado número de bienes de la Iglesia que permanecían en ‘tierra de nadie’. La medida ha sido polémica desde el primer momento porque en el estudio detallado de muchos bienes surgen dudas sobre si se respetaron los derechos de los pueblos. El Gobierno ha pedido un listado y se aventura un aluvión de pleitos.