Diario de León
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esde el punto de vista político, era muy importante conseguir que la Alcaldía y la Comunidad de Madrid estuvieran gestionadas por el PP. Por el nuevo PP, claro, después de los cambios que Pablo Casado ha puesto en marcha para que se tenga un futuro por delante, atractivo e ilusionante. El camino no ha sido fácil, ni mucho menos, pero se ha conseguido que la Comunidad que venía siendo el escollo, haya, por fin, sentado sus reales en el PP.

No nos cansaremos de proclamar que la clave es la negociación, el pacto, las reuniones, y, desde luego la actitud de los dialogantes. Estábamos expectantes sobre lo que podría ‘salir’ de la reunión PP, Cs, Vox. Y se ha impuesto la cordura. Han charlado y se han puesto de acuerdo, todo ello, en beneficio de Madrid y de España entera.

Isabel Díaz Ayuso tendrá ahora la oportunidad de poner en marcha los muchos proyectos que dice tener para que la Comunidad, sea la beneficiada de todo ello. ¿Quién se acuerda ahora de los malos, malísimos momentos, que han pasado los negociadores para que se llegue a buen fin? Si el acuerdo ha sido aceptado por los tres participantes, ya es una garantía y un ejemplo de cómo se pueden hacer las cosas, cuando se tiene la intención real de hacerlas.

Se debe resaltar, sería una injusticia no hacerlo, la importancia que, desde hace algo más de un año, tiene el líder del PP, Pablo Casado. Ha sabido ser humilde pero firme, directo, claro y muy especialmente un hombre que mira por los ojos del PP, sabiendo lo que tenía que arrastrar cuando fue nombrado Presidente del Partido.

No se ha arrugado. Todo lo contrario. Ha sabido encarar cada uno de los problemas que iban surgiendo, crecían como setas en otoño, y con el mejor de los ánimos y siempre, siempre con una sonrisa luchaba por lo que el consideraba bueno para España. No es fácil tener un líder así en nuestro país. Ya se sabe, las envidias, las zancadillas, las mentiras, los bulos, qué se yo. Sin embargo Pablo Casado ha sabido transmitir a su gente, a su partido, lo que el quiere que llegue a todos los españoles. En Europa, se ven líderes así. En España, no. Perdón, ahora sí.

Vamos a comportarnos como hacen los expertos internacionales. Apoyemos a los nuestros. Por el mero hecho de serlo, de ser nuestros, merecen nuestro apoyo. Y después dejemos trabajar. Es fundamental.

¿Quién puede dudar que España está viviendo, por las razones que fueren, unos años que no son normales? En algunas comunidades, no se respeta la Constitución, la Ley es un peso pesado que nadie quiere acercarse a él, los problemas catalanes y vascos son un cáncer, si si, un cáncer que tiene difícil solución si no pone el resto de España los remedios necesarios. Que no son cataplasmas y aspirina precisamente. A problemas duros, soluciones duras. No hay otra. Pero atención, estamos llegando a límites que nunca se habían conocido en nuestro país. Y eso está a un telediario de enquistarse. Sencillamente no puede ser así.

Y dejar muy claro que en todo este maremágnum, en todo este guirigay, en todo este fangal en el que nos movemos, hay una figura que, sufriendo lo suyo, pero en silencio, está haciendo una labor de político serio. Es Pablo Casado. Es la nueva generación de españoles que se niegan a volver a las andadas, siempre provenientes de la izquierda, que, con decir que los otros son fachas, lo tienen todo arreglado. Qué inmenso error.

Nuestro presidente en funciones ya no sabe donde meterse. Se la acaba la gasolina de forma exagerada. A pesar de su afición a la mentira, ya ninguno le cree. Bueno los suyos sí. Faltaría más.

Ahora, y sencillamente porque se hacen las cosas muy mal, el ciudadano tiene que esperar hasta septiembre, ya veremos si hasta noviembre, porque el presidente es incapaz de llegar a un acuerdo para que España vuelva a tener gobierno. Derrocha una inutilidad total que sufren los ciudadanos.

Qué vergüenza ante los demás países. Qué pueden pensar. Seguimos teniendo una imagen que si es por el actual gobierno en funciones, no llegamos ni al mínimo. Vergüenza da solo pensarlo. Y encima eliminan lo que se estaba haciendo con la marca España. Bien es cierto que la persona que ahora se encarga de eso, es otro premio Nobel; Irene Lozano. Para salir corriendo. Como así está ocurriendo.

Reitero que si tenemos problemas grandes, debemos emplear soluciones grandes, sin ningún tipo de complejos. La derecha suele tener esos complejos. La izquierda no.

Y por último, volver a llamar la atención sobre Pablo Casado como líder político. He dicho y repito que seamos conscientes de lo que tenemos. Si Casado formara parte de un partido inglés o francés, pongo por caso, lo valoraríamos y lo querríamos. Pues bien, lo tenemos. Seamos justos con él y presumamos de él.

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