TRIBUNA | Las tapas en León

Recientemente fui a la presentación de un libro de mi amiga Marina Díez, que estrena editorial y hace su trabajo con ilusión y profesionalidad. A la salida fuimos a tomar algo a un conocido bar, disfrutando de esta buena costumbre leonesa de reunirnos a parlamentar y pasar un rato agradable con la gente; pero (siempre parece que tiene que haber un pero...), nos encontramos con un mostrador de tapas un tanto escaso y rancio, la camarera nos ofreció una tortilla que estaba fría y tiesa, debía estar hecha por la mañana y estamos hablando de las 21.30 horas.

«León está de moda» «León regala tapas», esto es el estilo publicitario que utilizan los responsables que dan a conocer León, y presumen que están viniendo gentes de toda España. 

Es verdad que tenemos mucho turismo, pero cuando llegan estas personas a la ciudad se encuentran con una realidad bien distinta; de entrada una gran mayoría de establecimientos tienen el cartel «no hay servicio de terraza», dicen que sale muy caro pagar al personal que hace este trabajo...

Como consecuencia de esta ausencia, las mesas de las terrazas están llenas de vasos, tapas sin consumir, migas, etc.; y así pretenden (y lo consiguen) estos responsables de los bares que nos sentemos a consumir con este panorama.

Yo me pregunto: ¿Vale todo? Parece que sí, porque los bares están llenos y cada vez proliferan más aquéllos en que las tapas son más abundantes, parece que vamos a devorar en vez de a degustar...

Autoridades locales, creo que debemos dar servicios de calidad y no de aluvión porque León es una ciudad muy bonita y señorial y las zonas más típicas (Barrio Húmedo y otras) se están convirtiendo en un vertedero, sobre todo los fines de semana cuando vienen autobuses de ciudades limítrofes a las famosas despedidas de solteras/os y quedan las plazas, calles, etc. llenas de porquería dando un espectáculo deplorable...

También aprovechan las palomas para alimentarse cuando quedan las sobras de las tapas. Me parece que se está dando un pésimo servicio, donde falta la higiene más elemental. 

Esto llama más la atención si tenemos en cuenta que los establecimientos están bien diseñados y decorados y resulta que se escatima en pagar a profesionales del ramo, que también los hay porque tenemos escuelas de hostelería y servicios.

No desperdiciemos lo bueno de León (otro reclamo publicitario), demos calidad y profesionalidad. Cuidemos nuestra ciudad valorando sus productos como lo que son, no regalando tapas y que la gente venga a comer a los restaurantes estupendos que tenemos.