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TRIBUNA | Un nuevo frente popular, comunista y republicano

El populismo está demostrado que es miseria y Sánchez va a ser investido por un frente popular, comunista y republicano. Será el único gobierno comunista     de Europa

Publicado por
Francisco J.López Rodríguez | Profesor
León

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El 14 de noviembre de 1935, Azaña propuso a la ejecutiva del PSOE una coalición electoral de izquierdas. Acababa de nacer el Frente Popular. Se instruyó a los comunistas para que formaran alianzas electorales con los socialistas para derrotar al fascismo y al conservadurismo. Uno de los protagonistas más revolucionario y con ansias de revancha fue Largo Caballero, encarcelado por su participación en la revolución de octubre de 1934. Fue un reaccionario que llevó sus ideas al extremismo hasta tal punto que en sus discursos incendiarios incitaba a las masas con misivas guerra civilistas tales como: quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero, si triunfan las derechas, nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la guerra civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros las realizamos. 

Tras el anuncio de la voluntad socialista de ir a una guerra civil si perdía las elecciones, el 20 de enero. Largo Caballero decía en un mitin celebrado en Linares: «... la clase obrera debe adueñarse del poder político, convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo, y como el que tiene el poder no ha de entregarlo voluntariamente, por eso hay que ir a la Revolución». El 10 de febrero de 1936, en el Cinema Europa, insistía en sus tesis: la transformación total del país no se puede hacer echando simplemente papeletas en las urnas... estamos ya hartos de ensayos de democracia; que se implante en el país nuestra democracia. Si no nos permiten conquistar el poder con arreglo a la Constitución, tendremos que conquistarlo de otra manera. 

Estamos ante una serie de actuaciones políticas, que se iniciaron con la moción de censura, cuando Pedro Sánchez, apoyado por todas las fuerzas izquierdistas, separatistas y terroristas, accedió a la Moncloa. Es cierto la legitimidad democrática, pero no es menos cierto que el actual presidente en funciones tiene un símil al revolucionario Largo Caballero. El día 13 de noviembre de 2019, Pedro Sánchez, comunicaba que se constituiría un gobierno progresista. Lo hace efectivo con el abrazo a Pablo Iglesias, a quien, unos meses antes, despreció, no dormía, firmando una coalición de extrema izquierda, comunista, leninista, enemiga de todo lo privado y reaccionaria ante todo lo público. Pues bien, el Largo Caballero actual de la Moncloa, va a aplicar su revolución, a saber: negociar con independentistas, con aquellos que apoyaron el terrorismo y con toda la morralla que pretende destruir el estado y el orden constitucional. Ha conquistado el poder con arreglo a la Constitución, pero su honra es de dudosa legitimidad y todas las actuaciones que está teniendo el actual inquilino de la Moncloa no se alejan mucho de las tesis del revolucionario socialista de 1934, sin embargo, Pedro Sánchez va a gobernar de nuevo por su astucia y frivolidad. 

Otro socialista, no menos revolucionario, que fue Manuel Azaña, pronunció: hay que eliminar a las derechas como sea. De ahí que se organiza un frente popular, formado por socialistas, comunistas y los republicanos catalanes. Hoy tenemos un calco populista. El espectro político nacido de la urna no es nada más y nada menos que populismo. A Podemos se unirán: Esquerra Republicana no es comunista, pero es antimonárquica, republicana, separatista; el bloque nacionalista-separatista gallego o Partido Galleguista, Compromís o Esquerra Valenciana, Más País que podría equivaler a Partido Obrero de Unificación Marxista. Son antimonárquicos, republicanos y cargados también de ideologías de izquierda; Bildu, el brazo político de ETA, es decir, abanderados del terrorismo. El PNV que, como siempre, se aprovecha para seguir chupando del Estado. Salvando las distancias, también se unirá el regionalismo cántabro guiado por el populismo de su líder Revilla. No identificamos a Teruel Existe ya que es un partido nacido de la desesperación y se va a unir a quien cree que le puede dar algo o quizás limosnas.

 ¿A dónde vamos con esta tropa? A la mayoría de los españoles no les cae de sorpresa los cambios y las mentiras de Sánchez. Negó que no podría dormir si pactaba con Iglesias. Prometió que penalizaría los referéndums ilegales, prometió que todo sería dentro de la Constitución. La realidad es una burla al pueblo español. Sánchez no tiene sentido de estado, ni de patria. Al igual que Largo Caballero, traiciona todos los principios patrióticos. es la imitación del rey Sol. El Estado soy yo; el Partido Socialista soy yo y todo para el pueblo sin el pueblo. No va a ver nadie que espolee el caballo, pero la verdad es que el actual inquilino de la Moncloa ha organizado un frente popular, una guerra civilista desmontando todos los resortes del estado. 

Y el tiempo lo dirá, pero se vaticinan días de luto. El mundo empresarial, todos los sectores productivos están preocupados porque este país camina hacia la destrucción. Pero sus protagonistas, cuando abandonen el barco, sus bolsillos estarán repletos y dejarán el país en un desierto que tardará años en volver a dar fruto. 

Ojalá mi vaticino sea un espejismo. Se va a iniciar un camino de pérdida de identidad patria y de ruina económica. Los gobiernos del Frente Popular ponen en marcha sus políticas tales como: conceder por ley una amplia amnistía de los delitos políticos; indultar a la mayoría de los presos; ser anticatólico, sino persiguen la religión la marginan, vilipendian y desprecian. No quemarán iglesias. Pero en su mente podrían proponer que tuvieran otros usos como sucedió en la época comunista en la Unión Soviética, que sirvieron entre otras ocupaciones, de graneros u otros menesteres. Tenemos el ejemplo de la CUP en Cataluña que ha dicho que la Sagrada Familia hay que dedicarla a obras sociales y dar cabida a los okupas. Y, por supuesto, fuera de las aulas, la religión y todo símbolo religioso. 

El populismo está demostrado que es miseria y Sánchez va a ser investido por un frente popular, comunista y republicano. Será el único gobierno comunista de Europa. No se puede ser presidente a cualquier precio. La historia le juzgará por traición.