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Publicado por
José María Prieto Sierra | Escritor
León

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Alucinamos con muchos miembros de este Gobierno ‘progresista’. Cada movimiento que hacen deja una huella dudosa de como se ha llevado a cabo el trabajo que propició ese movimiento. Una calamidad. La última hazaña, por ahora, es el comportamiento del ministro Ábalos con motivo del viaje-presencia de la vice de Venezuela en Barajas. Ha dado Ábalos una serie de explicaciones, cada cual más ridícula, y, por supuesto, todas falsas. Esta gente lo lleva en los genes eso de mentir. (Pobre Rubalcaba cuando decía que este país no merecía tener un Gobierno que mintiese. Qué profeta). Pues este ministro Ábalos se ha lucido con la visita de la política venezolana. En las explicaciones que ha dado sobre el por qué de su trato con ella no ha dicho ni una sola verdad. Ni una.

Es igual, nunca pasa nada en este país nuestro, y menos desde que ha llegado este grupo que tanto y tanto mira por el bienestar del ciudadano, pero que no hacen más que mentir al ciudadano. Y nuestra derecha, genéricamente hablando, parece que está en Babia. Es una sensación, pero lo parece. Está claro que tienen dos problemas de momento. Primero y fundamental arreglarse entre ellos, asunto que no es baladí y que no son capaces, a juzgar por lo que vemos. E inmediatamente después, definir de una vez por todas la estrategia correcta desde la oposición precisamente para eso, para oponerse.

Esta gente lo lleva en los genes eso de mentir. (Pobre Rubalcaba cuando decía que este país no merecía tener un Gobierno que mintiese. Qué profeta).

Aunque no queramos verlo, nuestro país, España, está dando muestras de estar viviendo no ya una etapa nueva sino una situación que se va inventando según se suceden los acontecimientos. Y eso, va contra natura del trabajo político y de esa democracia de la que se presume tanto y que se practica tan poco. La antiguamente llamada Marca España y que el nuevo Gobierno consideró cargarse nada más llegar al poder, se está quedando en nada cuando tanto llegó a ser. España, como marca llegó a tener un prestigio verdaderamente envidiable por su conjunto de cualidades que no se encontraban tan fácilmente en un solo país. Pero claro, como no lo había hecho los «progresistas» que llegaban al poder, pues se retira y santas pascuas. ¡Qué gran error! Claro que se echa de menos aquel prestigio que marcaba un estilo diferente de nuestro país, pero muy aceptado y querido por la gente.

Pero volvamos a lo de nuestro ministro ‘corre ve y dile’. Ábalos no podía llegar a más ni España a menos teniendo en su Gobierno un personaje así. Él está encantado de haberse conocido y más de haber llegado a ministro, pero óigame, ser ministro es una cosa muy seria y usted, con todo mi respeto, sencillamente no da la talla. Le gustaría, pero no la da.

El episodio vivido con la sra. venezolana que ha tenido el descaro de entrar en un territorio que le estaba prohibido, tiene méritos suficientes para que se estudie en universidades y escuelas de negocios. Especialmente de negocios diplomáticos, a pesar de que el Dr. Sánchez, se ha pronunciado sobre el caso diciendo que Ábalos ha hecho su trabajo tan bien que ha salvado un problema diplomático. ¡Qué jeta! Pero tranquilos que no pasa nada. Ábalos ha dado tal cantidad de explicaciones y tan contradictorias que merecería un correctivo, precisamente por hacer mal su trabajo. Él piensa y se lo cree que por estar donde está, siempre le asiste la razón. Y, querido amigo, eso no es así y, como diría Julio Iglesias, lo sabes. Por eso, convendría, es perentorio, que personajes como Ábalos reciban unas lecciones de humildad que siempre es buenísima medicina para desarrollar tu trabajo y más en un caso como este.

Sr. Ábalos, como se dice en tantas situaciones de la vida, lo importante no es llegar sino mantenerse. Y usted, llegar ha llegado. Ahí está. Pero debe saber, nosotros lo sabemos, que si usted permanece ahí, es por que su jefe le mantiene a pesar de los pesares. Pero usted, por si mismo, debe pensarlo detenidamente. Usted es un quiero y no puedo.

Y por supuesto, ya que de Venezuela se trata, que forma de huir el Dr. Sánchez a Davos en vez de recibir y saludar al Presidente Guaidó que ha estado en toda Europa cumplimentando a los jefes de Gobierno. En España, Sánchez salió corriendo e Iglesias encantado. Hablaremos de esto.