Mi experiencia contra el Covid-19
En España ya hay 7 millones de personas vacunadas de forma natural. ¿Por qué no aprovechamos esta oportunidad para salir de esta pandemia? Si según el Imperial College de Londres España tiene unos siete millones de infectados, significa que todas estas personas o han pasado la enfermedad o la están pasando, sintomática o asintomáticamente. Por lo tanto, ya están o están siendo vacunadas de modo natural, y ya no deberían padecer nuevamente la enfermedad, exceptuando aquéllos que la han cursado sintomáticamente y pudieran tener una recaída, siendo este supuesto una minoría.
Mi mujer Rosa ha estado enferma 20 días, los últimos 11 hospitalizada, y le dieron el alta el pasado 4 de abril. Quiero aprovechar para expresar mi reconocimiento al personal sanitario del Hospital de León, que tan profesionalmente le atendieron.
Como veterinario, estoy acostumbrado a diagnosticar brotes víricos en granjas analizando los niveles de anticuerpos en sangre de los animales
Antes de aislarla en casa durante nueve interminables días, mis tres hijos y yo convivimos con ella los días anteriores, en los que ya manifestaba los primeros síntomas. El Covid-19 tiene una velocidad de contagio muy alta, por lo cual es fácil que en esos días de viremia y encerrados ya en casa, nosotros nos hubiéramos contagiado. De hecho, tres de nosotros tuvimos leves síntomas compatibles con la enfermedad.
A nosotros nos gustaría saber si ya hemos pasado la enfermedad. En mi experiencia como veterinario, estoy acostumbrado a diagnosticar brotes víricos en granjas analizando los niveles de anticuerpos en sangre de los animales, y según los resultados, aplicar estrategias de vacunación para aminorar las consecuencias de las enfermedades.
Los análisis de anticuerpos en sangre son simples, baratos, se tarda de 15 a 30 minutos en conseguir el resultado y se pueden hacer en masa.
Hay dos tipos de inmunoglobulinas, anticuerpos o células defensivas que se producen cuando se contrae la enfermedad, la IgM, en una primera fase, desde los días 7 hasta el 21 desde el contagio del virus, y la IgG, en la fase final, a partir del día 14 y mantenida en el tiempo, según datos de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria. Pues bien, si el PCR de antígenos, prueba de detección del coronavirus, da negativo, la IgM también negativo y la IgG positivo, esa persona está en una fase de enfermedad que ya ha pasado y se considera curada.
Me pregunto si alguien está haciendo ya los test de anticuerpos, porque si así fuera, a mis hijos y a mí nos gustaría saberlo, así podíamos haber ido a visitar a Rosa al hospital y acompañarla en esos difíciles momentos, sin el miedo a contraer la enfermedad, porque ya la pasamos, o haberla abrazado cuando llegó a casa de vuelta, y no aislarnos de nuevo, como así estamos haciendo por extremar las precauciones. Me gustaría, cumpliendo con los requisitos básicos de higiene, visitar a mi madre que vive sola y a otros familiares mayores, ayudar a mis compañeros de la empresa donde trabajo en las técnicas de alimentar a los animales y asesorar a los ganaderos, visitar y acompañar a gente sola o aislada en residencias… en definitiva, volver a la normalidad.
Si nadie está haciendo estos análisis en masa, y seguro que hay empresas y gente capacitada para ello, debemos de apoyarles para que los desarrollen cuanto antes. Ya hay siete millones de personas que pueden volver a la normalidad de su vida diaria y favorecer el día a día de todos los demás, acortando las consecuencias de esta terrible tragedia. Y además, cuando salga la vacuna, posiblemente no en un plazo menor a 12-18 meses, nos ahorraríamos tantos millones de dosis vacunales como PCR-, IgM- e IgG+ haya entre los ciudadanos, en el caso de que el patógeno no haya variado o mutado.
Como ventaja añadida, si mis hijos y yo somos seropositivos al Covid-19, podrían extraernos suero para que sirviera de tratamiento a personas que actualmente padecen la enfermedad, cumpliendo claro está con todos los requisitos de compatibilidad. Incluso, podremos ahorrar material de protección, como mascarillas y guantes, y dedicarlos a quién realmente lo necesitan.
¿A quién no le gustaría saber si ya está vacunado de forma natural? Deberíamos aprender de los problemas y aprovechar las oportunidades, y volver a recuperar nuestro día a día cuanto antes, que seguro tiene un beneficio en la salud pública, en la economía, tanto para las empresas como para el país, y a nivel emocional.