Preparaos niños
Un nuevo proyecto de ley, que viene a ser algo así como La Faviola Pilila (por sus siglas en libertad), el título, también aproximado porque aún se está cocinando, puede ser algo así como Ley Autoritaria Frente A VIOLenciA para Protección de La Infancia y La Adolescencia (mayúsculas en libertad). La ‘emocionante’ presentación de ese proyecto corrió a cargo, ¡cómo no!, del ministro del ramo (o palmera) social. (Emocionante) Indignante digo, ver y oír al super-ministro pidiendo perdón a los niños. Lo más friki que en democracia hemos tenido que tragar.
Creo que pedía perdón a los cientos de miles de bebés asesinados antes de nacer. También a las niñas de Baleares violadas, a quienes nadie responsable ha hecho ni les va a hacer ningún caso, y menos su ministerio que está muy ocupado con otros negocios político-demolition.
De ahora en adelante, pues, contaremos con un panfleto de ley que deja a niños y adolescentes al cuidado de Papaíto Estado y su ministro protector ¡¡Pobres niños!!
Se trata del mal llamado «sistema educativo» que encierra en escuelas a bebés y niños muchos años antes de la edad escolar (6-7 años), hay que aborregarlos cuanto antes
Entre las «protectoras» medidas no he visto que se contemple el mayor foco de maltrato infantil (el más numeroso sin duda). Se trata del mal llamado «sistema educativo» que encierra en escuelas a bebés y niños muchos años antes de la edad escolar (6-7 años), hay que aborregarlos cuanto antes. Es maltrato porque recorta infancia y condiciona —en su periodo más importante—, el desarrollo y la auténtica educación, ya que sustituye con escuela lo que es específicamente educación de la persona en principios y valores, en respeto y libertad, en humanidad y ecología, en autoconfianza y personalización; todo esto que tiene lugar en la familia y con acompañamiento de especialistas en educación infantil, es lo que no protege el ministro; les deja recortados y encerrados sin auténtica educación (lo sustituye con ideología).
Lo que la ley plantea de forma invasora, totalitaria y ultra-ideológica (o sea, tal como sus inventores), son acciones como:
—«Adoctrinamiento» en pensamiento único, el de Papaíto Estado, ideología progre con todas sus aberraciones derivadas.
—«Prevenir la radicalización de los niños, niñas y adolescentes» (se han olvidado de poner a los queer, trans, niñes, y todo el engendro lgtbiqa); solo podrán ser radicalizados en la doctrina de Papá Estado, por sus radicales esbirros y desde que nacen hasta siempre.
—Papá Estado velará para que en las familias no se sigan cometiendo las atrocidades que son allí norma y el día a día generalizado. Solo Papaíto Estado es cariñoso, amable, comprensivo, generoso, ejemplar, dedicado, provisor y no castigador. La familia es todo lo contrario y hay que evitar que maltraten, que amarren al duro banco a los hijos, como hacen todos y siempre. Hay que amordazar a los padres y, en muchos casos ponerles camisa de fuerza, por violentos y adoctrinadores radicalizados.
—Sigue una sarta de medidas que ‘educan’ en estereotipos, en odio, en violencia y otros horrores, pero no quiero desvelar esas grandes aportaciones a la civilización de este mundo y a la protección de nuestros niños, porque van a cambiar la faz de la tierra. Se nota quién es el cerebro, que son dos, ¡y qué cerebros!
En cambio, yo quiero aportar mi iniciativa, que, además, es copia de lo que idean esos mismos genios y que puede solucionar para siempre tanta violencia que se da fuera de Moncloa; por cierto, Moncloa es el único lugar de España donde reina la paz, el entendimiento, la concordia, donde todo el gobierno habla «con voz única» (no cuenta que se estén contradiciendo siempre y en todo unos a otros y todos contra todos) ¿vale?; pues mi medida es que se proteja cada hogar y cada familia con la misma guardia pretoriana que hay en una casa de Galapagar protegiendo a una familia. Supongo que allí se está haciendo a título experimental, de modo que pronto se pueda generalizar a todas las familias españolas esa protección. Espero que mi idea cuaje, el universo entero quedará estupefacto. Garantizado.