Isabel la Católica, reina de León
Seguramente el título de este artículo llamará la atención a muchos lectores. Ha sido desde la creación de la autonomía de Castilla y León, cuando a la reina Isabel la Católica se la conoce únicamente como Reina de Castilla. Hace unos días, a raíz de la destrucción en Estados Unidos de varias imágenes españolas, entre ellas la de Isabel la Católica, en los medios de comunicación de España ha aparecido con ese título.
No es comprensible esta obsesión de los historiadores con Castilla. Con los datos de los cronistas medievales, que nadie discute, se puede decir que Castilla tiene su origen en el País Vasco. Al comienzo de la Reconquista el norte de Castilla se llamaba Autrigonia, tierra de autrigones, que son vizcaínos y el centro se llamaba Bardulia, tierra de várdulos, que son guipuzcoanes. Fue en el siglo X cuando se empezó a llamar Castilla.
Desde el año 1230 todos los reyes venían a León para ser ungidos sacramentalmente como rey conforme a la tradición visigoda. En los demás reinos, los reyes eran coronados por el método militar
Castilla ni siquiera fue capaz de reconquistarse a sí misma. La parte norte y el centro fueron reconquistados por los reyes de Oviedo Alfonso II y Alfonso III. El sur y el oeste fueron reconquistados por los reyes de León Ordoño II y Ramiro II. Durante siglos Castilla formó parte del Reino de Oviedo, luego de León. Fue el rey de León Ramiro II el que le concedió el título de Condado a Castilla. Al morir el rey, Fernando I le concede la independencia a Castilla, una independencia que sólo duró siete años, desde 1065 hasta 1072, volviendo a integrarse en el Reino de León. Fue el año 1157 cuando el rey de León Alfonso VII le concede la independencia definitiva a Castilla.
No es conocida ninguna batalla ganada por los reyes privativos de Castilla en toda la Reconquista. Los primeros reyes privativos de Castilla, Sancho I y Sancho II, que los historiadores llaman Sancho II y Sancho III, ni siquiera llegaron a enfrentarse a los musulmanes. El año 1158 muere el rey Sancho II y le sucede en el Trono su hijo Alfonso. Este Alfonso, fue el primer rey de Castilla con ese nombre por lo que debe ser llamado Alfonso I de Castilla, sin embargo, los historiadores le llaman Alfonso VIII. Alfonso I de Castilla fue el primer rey castellano que se enfrentó al invasor musulmán y, además, en dos ocasiones, logrando sendas derrotas. La primera fue el año 1195 en la batalla de Alarcos, provincia de Ciudad Real. La segunda derrota fue la batalla de Baeza el año 1212 poco después de la batalla de las Navas de Tolosa.
Estas dos derrotas han sido narradas por los cronistas cristianos y musulmanes y por contados historiadores modernos. Los historiadores le conceden un gran prestigio a Alfonso I por haber derrotado a los musulmanes en la batalla de las Navas de Tolosa. Esta batalla no fue una batalla entre Castilla y los musulmanes, fue una Cruzada convocada por el Papa Inocencio III en la que intervinieron tropas de toda Europa, especialmente franceses y tropas de todos los reinos peninsulares sin excepción.
Algunos historiadores dicen que el Reino de León no intervino en la batalla. Ignorancia o mala fe contra León. Es cierto que el Reino de León no intervino oficialmente porque se lo prohibió el Parlamento de León, pero sí es cierto que León reunió miles de soldados voluntarios, incluidos muchos portugueses, que acudieron a la batalla dirigidos por el Infante Sancho, hermano de Alfonso VIII de León. El Reino de Navarra también acudió a la batalla, precisamente en su escudo figuran unas cadenas que los navarros rompieron en dicha batalla contra los musulmanes.
Alfonso I de Castilla murió el año 1214, sucediéndole en el Trono su hijo Enrique I que tenía 12 años. Enrique I tampoco atacó a los musulmanes pues murió en un accidente casual con 15 años. A la muerte de Enrique I le sucedió en el Trono su hermana Doña Berenguela. El mismo día de su coronación, Doña Berenguela abdicó del Trono de Castilla en favor de su hijo Fernando, conocido como Fernando III el Santo, que debe llamarse Fernando I de Castilla por ser el primer rey de Castilla con ese nombre. Fernando I intentó en varias ocasiones atacar a los musulmanes sin conseguir victoria alguna. Esto demuestra que los reyes privativos de Castilla no consiguieron reconquistar un solo metro cuadrado de territorio en poder de los musulmanes.
En 1230 muere Alfonso VIII, rey de León. Le sucede en el Trono su hijo Fernando, que era entonces Rey de Castilla. El año 1230 desaparecen los reyes privativos de las coronas de León y de Castilla. Por esa razón, el rey Fernando debe ser llamado Fernando I de Castilla y III de León, pues todos los reinos eran independientes entre si. Los reyes, al firmar los documentos, ponían siempre el nombre de rey de León en primer lugar como demostración de respeto y reconocimiento de prestigio al Reino de León, luego el de Castilla y el resto de los reinos. Por eso, no se entiende que los historiadores digan rey de Castilla únicamente, demostrando ignorancia o mala fe contra el Reino de León.
Enrique IV falleció el día 12 de diciembre del año 1474. Su hermana Isabel, que había sido declarada heredera por Enrique IV fue la sucesora. A la muerte de Enrique IV, la Infanta Isabel estaba en Segovia y en Segovia fue coronada reina. Pocos días después de su proclamación como reina, el día 8 de enero de 1475, lo primero que hizo la reina Isabel fue enviar una carta muy expresiva y muy respetuosa a la ciudad de León en estos términos «Yo, Isabel, por la Gracia de Dios, Reina de León, de Castilla, de Toledo» continuando con los otros reinos.
Esto demuestra que para la reina Isabel el Reino de León era el más importante de todos los reinos, algo evidente. El Reino asturleonés, primero llamado de Oviedo y a partir del año 910, Reino de León, reconquistó más de media península ibérica.
A partir de 1230, el Reino de León siguió siendo el reino con más poder militar de todos los reinos e intervino en el resto de la Reconquista. Castilla, en comparación con el Reino de León, siempre fue muy poquita cosa. Los historiadores más prestigiosos admiten que la mayoría de la documentación de la Historia medieval de España está en León. Incluso alguno estima que en León se encuentra el 90% de toda la documentación.
Desde el año 1230 todos los reyes venían a León para ser ungidos sacramentalmente como rey conforme a la tradición visigoda. En los demás reinos los Reyes eran coronados por el método militar. El título más honorífico de Isabel la Católica es llamarse Reina de León.