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Publicado por
Francisco Luis Rodríguez Fernández
León

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El país se nos va al garete, la economía hace aguas, el Covid repunta y los sanitarios empiezan a estar desbordados de nuevo, pero ya no están tan frescos como hace algunos meses. Unos se sobrecargan mientras otros hacen sus cuarentenas pues los «peceerres» positivos suyos o de sus contactos les obligan. La tensión por lo que ha de venir se masca en el ambiente... La gente sin trabajo, el miedo, la miseria y el pesimismo se adueñan de la sociedad aflorando extremismos enfrentados que hacen el ambiente irrespirable.

No se pueden leer o ver las noticias porque no sabes qué verdad te están ocultando y qué «no verdad» te estás tragando. Pero, sobre todo, la tristeza de la gente, unos sin trabajo, otros sin llegar a mediados de mes...

Y, en medio de todo esto, la miseria humana, la corrupción que atribuimos a los políticos pero que está instalada en nuestra sociedad porque lo mismo lo hacen padres que hijos que aprendieron de sus padres de modo que está instalado en nuestra cultura y forma parte ya de nuestro ADN. Esa corrupción basada en el engaño, en la insolidaridad con tus conciudadanos, la falta de compromiso con tu país... que supone la más que manida frase de «me voy a coger la baja».

El motivo más frecuente, para mi dolor y desgracia porque me afecta, porque es mi área es «la baja por depresión». Al igual que el dolor, intangible y susceptible de ser utilizada para tomarse unas vacaciones un poco más largas de lo que me corresponden.

En estos tiempos Covid, en los que los médicos de Atención Primaria están desbordados y te atienden por la ventana o por teléfono, los equipos de Salud Mental tampoco pueden atender como quisieran, estamos en el caldo de cultivo propicio para estos jetas, sinvergüenzas y mentirosos que en la mayor parte de las ocasiones hacen que paguen justos por pecadores. La depresión existe, por supuesto que sí, pero que te deje la novia, que el jefe sea exigente, que te cueste esfuerzo el trabajo y te canses o que haya tensiones en el mismo, te puede ocasionar cierta ansiedad o incluso, por qué no, síntomas depresivos, pero no te da derecho a dejar a tu empresa con el culo al aire con la que está cayendo... ¿Por qué las bajas por depresión en los autónomos son prácticamente inexistentes?

Por otro lado y el colmo de la jeta es aquel que, como el médico le ha dicho que salga y se relacione, confunde el culo con las témporas y se dedica a tomar vinos, jugar al padel, ligar por internet, hacer vídeos de tiktok... como si los profesionales fuésemos retrasados mentales. Sólo falta lloriquear un poco en la consulta y a seguir de vacaciones...

Muchas veces he defendido el ahorro a la Seguridad Social que supondría una buena inversión en inspección médica, sobresaturada, aislada y denostada en la actualidad. Con suficientes profesionales y medios de investigación así como contacto rápido y directo con médicos de Primaria y especialistas...

Hundimos la sanidad, hundimos el país a costa de los de siempre, funcionarios y pensionistas y gente honrada. Cada vez que alguien «se coge la baja por depresión» en este país ello supone un menoscabo de tu pensión futura o la actual de tu madre o padre...

Y la buena gente hurgando en los contenedores...