Semblanza de una forma de asumir el poder
Degradado no, antihumano es poco, degenerado se aproxima algo, híbrido producto de dos especies distintas: la especie maduro y la especie furia.
El resultado es temible, espantoso, se manifiesta en múltiples desmanes compulsivos, todos ellos tendentes a la destrucción, alterar, descomponer a base de insidia, desprecio y revanchismo por envidia roedora. Te lo cuenta:
«La verdad soy yo, la razón soy yo, la política soy yo, el criterio soy yo.
Soy a la vez cinismo, insolencia, impudicia, desfachatez, contradicción, repugnancia, hostilidad y desvergüenza. Estoy amargado y amargo, la ira me corroe y descargo ante micrófono. Yo sigo mi camino y piso con inquina cuanto aparece por la vía.
Divo, fauno o sátiro por tiempos y acorde a conveniencia, pero siempre en candelero por exigencias del ego.
Los humanos me desquician porque no piensan ni quieren lo que yo quiero y pienso. ¿Son estúpidos, ignorantes o monárquicos?
Yo tengo la verdad y con ella miento, engaño, vilipendio y doy lecciones a diestro y siniestro; más bien a siniestro como soy yo en todo mi proceder.
Esa es mi esencia de ente político único, irrepetible, impar y módulo de todo ser híbrido en esencia.
Todo, menos yo, es erróneo, es pérfido, es viejo, anticuado; es fascista, machista y franquista
Quien me sigue va detrás de mí, nunca a mi lado ni equiparable; miro por encima del hombro y bajan la cabeza como siervos dóciles y sometidos que son. Rebaño despreciable que subyugo con orgullo de jefe incuestionable.
Soy la esencia porque puedo. Avasallo donde llego y someto cuanto toco. Busco el poder por los medios más abyectos porque soy el invasor de todo reino que degrado en república y destrozo la cordura que no es mía. Vivo para verlo, someterlo, arruinarlo y volverlo pedigüeño, para bailar a lo maduro su lamento y la entrega de su voto por un mendrugo.
Todo, menos yo, es erróneo, es pérfido, es viejo, anticuado; es fascista, machista y franquista. Yo engaño, miento, oculto, disfrazo, disimulo, embauco; sobre todo a quien me iza; pero mantengo mi blanco, mi diana que nunca pierdo de vista. Mis flechas son seguras, duras, envenenadas, mortales por agudas. Y caerán las torres y los ingenuos, los creídos y los encumbrados por mis engaños.
Soy vándalo, soy aniquilador; solo yo prevalezco y mi dominio será total.
Muchos se van a doblar y otros van a sufrir, porque me lo ponen difícil y lo van a pagar. Mi ira, mi rabia descargará y Maduro será solo un aprendiz de represor, de vengador y de tirano, a mi lado».
¿Te sientes retratado?
¡¡Luego existes!!
«¡Pues claro!»
La criminalidad es un derecho, la vida no; por eso voy rápido a por la eutanasia, el aborto ya cuajó.
De igual modo cuajará todo mi perfil escrito en esta semblanza y lo abyecto será lo normal, «la nueva normalidad» que se os anuncia como salvación, salvación para mi proyecto; por vuestra parte, ya sabéis a qué ateneros.
¿Queda claro?».