El mono afeitado

APRENDED flores, de él lo que de ayer a hoy. Mike Tyson no es ni la sombra suya y en nada se parece a aquel «puncheur» feroz que abatía a su adversario de un solo golpe, después de taladrarle con la mirada. Ninguna semejanza con el hombre que fue conocido como «El rey del K.O.» y «El terror del Garden»: no puede haberla porque ahora es otro. Las estancias en la cárcel, los divorcios, las peleas con sus «managers», los intentos de suicidio, han acabado con él. Y la edad. Lo que Borges llama «el agravio de los años» lo sufren los pugilistas con mucha anticipación. Lennon Lewis tiene reunidos los mismos calendarios, más o menos, pero ha llevado otra vida y además nunca ha sido castigado en el ring. Sigo sin saber si el boxeo es un deporte. A todos los otros se juega: se juega al fútbol, se juega al golf, se juega al tenis, pero nadie dice jugar al boxeo. A mí no es que me guste, es que me apasiona, que es cosa diferente. Quizá por eso de que donde hay drama hay canción. Me aguanto muy bien mis reproches morales y digo del boxeo lo que Pérez de Ayala decía de los toros: «si fuera jefe de Estado suprimiría las corridas, pero como no soy voy a todas». En el boxeo no puede hablarse de «accidentes», ya que la misión de todo boxeador cuando sube al cuadrilátero es accidentar a su contrario, lo que no impide que los púgiles se besen después de los combates. El boxeo es el último reducto de los gladiadores y por eso se han ocupado de él desde Jean Cocteau y Jack London hasta Hemingway, pasando por Cortázar y nuestro Ignacio Aldecoa, entre otros. He visto boxeo en cuatro continentes. He hecho crónicas en el Campo del Gas y en el Madison y aunque no sepa tanto como cree mi amigo José Luis Garci que sé, sí que algo entiendo. Mi tesis es que Tyson es un mono muy bien afeitado por Cus Damato. Hace tiempo que debió retirarse, lleno de millones de dólares. Perdió la llave de oro, que es la pegada, y los reflejos y la velocidad. Ahora lo ha destruido otro negro, el frío y gigantesco Lewis. Pronto surgirá un negro que destruirá a Lewis.