AL DÍA
Un balneario para Luciano Mano dura
Hace tiempo que las reacciones sociales ligadas a los acontecimientos futbolísticos desbordan lo que la razón consideraría normal. El penúltimo síntoma de esta patología es la airada decisión del presidente del Perugia, equipo en el que milita el coreano Ahn que metió el gol de oro que eliminó a Italia. El dolido presidente, Luciano Gaucci, dice que no lo quiere ver más: «ha ofendido al país que lo ha acogido; que se vaya a Corea a cobrar 100 liras al mes». Prego, un balneario para Luciano. El ataque racista del pasado sábado contra una familia magrebí en la localidad catalana de Sant Vicenç de Castellet ha tenido una rápida y contundente reacción judicial. Nueve de los trece «cabezas -mejor cerebros- rapadas» están ya en prisión incondicional acusados de delitos de incendio y lesiones graves. El juez ha estado a la altura de las circunstancias; ahora es la sociedad la que debe ponerse con toda claridad enfrente de los agresores. No cabe comprensión con semejante calaña.