AL DÍA
,x,xgía periodística Democracia y drama vasco
Jonathan Randal, periodista ya jubilado, firmó en el Washington Post, en 1993, una entrevista realizada a Radoslav Brdjanin, entonces viceprimer ministro serbobosnio, en la que éste se pronunciaba a favor de la limpieza étnica. Randal se niega a comparecer ante la Justicia porque, a su juicio, vulnera su propia credibilidad profesional. Se equivoca al eludir cualquier compromiso ético e ignorar que la prensa no puede estar al margen de los valores esenciales de la sociedad a la que sirve. Uno de los ingredientes más desazonantes y repulsivos del drama vasco es la retadora tergiversación de la palabras y de los conceptos que vierten en su discurso los cómplices de ETA. Porque, si inquietante es que los ultranacionalistas tergiversen los conceptos, lo es todavía más que otros sectores templados del nacionalismo vasco hagan como si creyeran que las definiciones cabales de las grandes palabras son las que realizan los oscurantistas que medran a la sombra de ETA.