Diario de León

Fiestas patronales en la provincia Una adivinanza fácil sobre el hecho insólito Fiestas patronales en la provincia Una adivinanza fácil sobre el hecho insólito

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León

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También los pueblos pequeños y escondidos en un rincón de nuestra geografía provincial, en cualquiera que sea, tienen su patrono y su fiesta patronal. A un pueblo pequeño y escondido, y hasta un poco olvidado, como es Tejerina, corresponde a un patrono grande, San Pedro, el primero de los apóstoles, el portero del cielo. Los tejerinenses acuden este día, lo hicieron el sábado, desde los cuatro puntos cardinales de España donde residen o trabajan para festejar a su santo patrono y reencotrarse con sus seres queridos. Tira el pueblín y tira la sangre. Está claro. No son muchas las ofertas que se hacen al visitante en instalaciones hosteleras y lúdicas, pero en este día señalado de San Pedro todos los hogares abren sus puertas de par en par a todo el que quiera compartir la mesa familiar donde no van a faltar la chafaina, la caldereta, los riquísimos postres caseros y, sobre todo, el calor de la hospitalidad. De otra parte, Tejerina es en este momento un verdadero vergel, un miniparaiso donde el espíritu se serena y la vista se embriaga con la contemplación de una naturaleza pródiga en paisajes de singular belleza, como se encuentran muchos a lo largo y ancho de nuestra geografía provincial. Telmo D. Villarroel (Tejerina). Quiero proponer a los lectores un juego, que empieza así: ¡Buenos días!, buenos días. ¿Es usted la dueña de la librería?. Efectivamente, yo soy. Pues yo soy el representante de una pequeña editorial de este municipio, que editamos esta revista y vengo a ofrecersela para que usted la comercialice en su tienda. El vendedor -moreno, pelo ligeramente rizado, muy dicharachero y convincente en sus argumentos- pasó a explicarle todos los pormenores de porcentajes en el precio de venta y demás condiciones a la librera; librera, que por otra parte no acababa de estar muy convencida de las bondades de la revista. Ya poseía decenas de revistas que no se ven-dían, y sólo le ocasionaban trabajo de recepción y devolución, sin reportarle nada a cambio, pero el vendedor seguía derrochando su mejor sonrisa y todos sus dotes de persuasión y simpatía personal. En vista de que con sólo sus dotes no vislumbraba buen fin para su empresa, el vendedor de la revista soltó lo siguiente: ¡Bueno, aquí le dejo, a la hora de pasar a cobrar las que venda, y recoger las sobrantes, ya pasará mi mujer que es concejala del equipo de gobierno del ayuntamiento!. Ante esa revelación, la pobre librera, que ya estaba a punto de contestar con una negativa, se tragó la contestación y puso la más forzada de las sonrisas. Esto que acaban de leer, no ocurrió a finales del siglo XIX ni principios del XX, ni es un esperpento de Valle Inclán, sino que ocurrió en la primavera del año 2002. Ahora viene la adivinanza, ¿saben en qué ayuntamiento pasó esto?, les daré una pista; es un ayuntamiento del alfoz de León, lo gobierna un partido con mayoría absoluta y su actual alcalde está llamado -según él- a más grandes empresas en el futuro. Ahora ya en serio, esperemos que el equipo de gobierno de dicho ayuntamiento actúe de inmediato, recomendanlole a la señora concejala que se marche para su casa -quiero pensar que dicho equipo de gobierno no sabía nada de la actuación de la concejala y su consorte- porque lo que han intentado hacer estas dos personas tiene un nombre. Que cada uno le ponga el que quiera. José Ramón Ancares Francos (Trobajo del Camino). También los pueblos pequeños y escondidos en un rincón de nuestra geografía provincial, en cualquiera que sea, tienen su patrono y su fiesta patronal. A un pueblo pequeño y escondido, y hasta un poco olvidado, como es Tejerina, corresponde a un patrono grande, San Pedro, el primero de los apóstoles, el portero del cielo. Los tejerinenses acuden este día, lo hicieron el sábado, desde los cuatro puntos cardinales de España donde residen o trabajan para festejar a su santo patrono y reencotrarse con sus seres queridos. Tira el pueblín y tira la sangre. Está claro. No son muchas las ofertas que se hacen al visitante en instalaciones hosteleras y lúdicas, pero en este día señalado de San Pedro todos los hogares abren sus puertas de par en par a todo el que quiera compartir la mesa familiar donde no van a faltar la chafaina, la caldereta, los riquísimos postres caseros y, sobre todo, el calor de la hospitalidad. De otra parte, Tejerina es en este momento un verdadero vergel, un miniparaiso donde el espíritu se serena y la vista se embriaga con la contemplación de una naturaleza pródiga en paisajes de singular belleza, como se encuentran muchos a lo largo y ancho de nuestra geografía provincial. Telmo D. Villarroel (Tejerina). Quiero proponer a los lectores un juego, que empieza así: ¡Buenos días!, buenos días. ¿Es usted la dueña de la librería?. Efectivamente, yo soy. Pues yo soy el representante de una pequeña editorial de este municipio, que editamos esta revista y vengo a ofrecersela para que usted la comercialice en su tienda. El vendedor -moreno, pelo ligeramente rizado, muy dicharachero y convincente en sus argumentos- pasó a explicarle todos los pormenores de porcentajes en el precio de venta y demás condiciones a la librera; librera, que por otra parte no acababa de estar muy convencida de las bondades de la revista. Ya poseía decenas de revistas que no se ven-dían, y sólo le ocasionaban trabajo de recepción y devolución, sin reportarle nada a cambio, pero el vendedor seguía derrochando su mejor sonrisa y todos sus dotes de persuasión y simpatía personal. En vista de que con sólo sus dotes no vislumbraba buen fin para su empresa, el vendedor de la revista soltó lo siguiente: ¡Bueno, aquí le dejo, a la hora de pasar a cobrar las que venda, y recoger las sobrantes, ya pasará mi mujer que es concejala del equipo de gobierno del ayuntamiento!. Ante esa revelación, la pobre librera, que ya estaba a punto de contestar con una negativa, se tragó la contestación y puso la más forzada de las sonrisas. Esto que acaban de leer, no ocurrió a finales del siglo XIX ni principios del XX, ni es un esperpento de Valle Inclán, sino que ocurrió en la primavera del año 2002. Ahora viene la adivinanza, ¿saben en qué ayuntamiento pasó esto?, les daré una pista; es un ayuntamiento del alfoz de León, lo gobierna un partido con mayoría absoluta y su actual alcalde está llamado -según él- a más grandes empresas en el futuro. Ahora ya en serio, esperemos que el equipo de gobierno de dicho ayuntamiento actúe de inmediato, recomendanlole a la señora concejala que se marche para su casa -quiero pensar que dicho equipo de gobierno no sabía nada de la actuación de la concejala y su consorte- porque lo que han intentado hacer estas dos personas tiene un nombre. Que cada uno le ponga el que quiera. José Ramón Ancares Francos (Trobajo del Camino).

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