Problema de horario

SE asombraba el otro día una mujer belga (que visitaba nuestra ciudad acompañada de su marido y su hijita de pocos años) de que la Catedral se cerrara al público los domingos a las dos y media de la tarde, aunque fuera para abrirla tres horas después. Hablaba bastante bien el español y se interesó por nuestra historia, nuestras costumbres y nuestra vida. Se mostró dispuesta a participar en los actos festivos para conocer un poco más a estos leoneses que teniendo una joya tan magnífica, sólo la enseñan a ratos, como si no estuviéramos plenamente orgullosos de ella. Y eso que se ha conseguido la apertura vespertina y que haya una placa indicando el horario de apertura, aunque su ubicación (esa es otra) no sea la más adecuada, por cuanto está plantada ante el locus apellationis como si no hubiera otro sitio mejor, o esa columna sea igual que cualquier otra y no tenga un significado especial. Pues bien, volviendo al tema del horario, puede ser suficiente en algunas fechas, pero durante los meses de verano, en que el número de visitantes se multiplica, es a todas luces insuficiente. A menos que sea una treta acordada con la hostelería para obligar a los turistas a quedarse en León, ya que cuando llegaron estaba cerrada la Pulchra. Si se trata de un problema económico porque haría falta personal para que el templo estuviera vigilado más horas ante la avalancha de visitantes, creo que debe imponerse el tiket de entrada. Aun recuerdo que a finales de los años 60 cuando hice el viaje de Preu con mis compañeras, como nos sorprendimos de que nos cobraran por entrar a la catedral de Sevilla, que obviamente no tiene comparación con ésta, y que la cosa no quedara ahí, porque había que sacar otra entrada si además querías subir a la torre, a la famosa Giralda. Con un precio módico se solucionaría. Y las gentes de aquí sólo tendrían que enseñar a la entrada el Carnet de Identidad o cualquier otro documento donde se refleje que se es de León o que se vive aquí.