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Publicado por
León

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EL Gobierno español reitera su voluntad de diálogo con Marruecos. A los dos no les falta más que hablar. Hay que hablar, aunque haya personas que utilicen el divino donde la palabra para ocultar sus pensamientos. Hay que hablar, incluso hablar por hablar y por no callar, aunque se sepa que hablando no siempre se entiende la gente y que de las discusiones no sale la luz, sino que saltan chispas. A veces bastan para alumbrar el camino a los interlocutores. Si se hubiese hablado a tiempo no habría sido necesaria la modestísima gesta de Perejil. El que esté libre del pecado de incomunicación que tire la primera piedra: así abultará algo más el islote. Le pregunta Sócrates a Fedro, en el famoso diálogo platónico, cuáles son las cuestiones en las que somos más susceptibles de ser engañados. «Es evidente que en aquellas en que hay vaguedad», le responde Fedro. Esperemos que todo quede claro y no tengamos que gastar más dinero en combustible. En cualquier caso, la crisis de diálogo no nos afecta exclusivamente a nosotros y a nuestro vecino del piso bajo. El mundo entero está padeciendo una severa crisis de diálogo, algo así como una epidemia de silencio malévolo. Somos un mal ejemplo, pero no único. Javier Arenas, ayer sin ir más lejos, intentó sin éxito comunicar con Ibarretxe para concertar una entrevista. Parece que no hubo manera. Más suerte ha tenido Zaplana, nuevo en esta plaza del Ministerio de Trabajo, que tuvo una reunión de más de dos horas con los líderes de Comisiones y UGT. No se puede convocar una huelga general cada trimestre. Hay que esperar a que se le pasen las agujetas a los que llevan las pancartas. Además, un buen acuerdo es el que reparte equitativamente la insatisfacción entre los dos bandos, pero evita que la economía sufra bandazos. Está demostrado que cada vez se habla menos en familia, por culpa de la tele, y como en las discotecas no se puede hablar, por culpa de la música, nos estamos quedando sin palabras y ni siquiera el viento puede llevárselas. Hay que tener voluntad de diálogo y no decir sólo esta boca es mía. 07/18/18-02/2002

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