Acceso al sacerdocio Las malas Llinguas Acceso al sacerdocio Las malas Llinguas
Carta a la atención del señor obispo de León, Julián López Martín. Dignísimo señor obispo de León: A cuenta de las vocaciones sacerdotales en estos tiempos y, leída en Diario de León su propuesta, se me ocurre sugerir una idea que me viene rondando desde hace tiempo, aunque confieso mi ignorancia sobre la cuestión que nos ocupa. Eso sí, tengo mucha experiencia y sé que, desde los años veinte en que nací, durante décadas, a muchos niños (y niñas) los «mandaban» a los conventos y seminarios aunque no estuviese bien definida la vocación. Eran otros tiempos de familias numerosas y de muchas escaseces y la religión tenía mucho prestigio y poder. Los tiempos han cambiado tanto que hay mucha falta de niños y que los seminaristas (al menos los de Astorga) son un tanto protestones. Demasiados niños (niñas) en el mundo, especialmente en Hispanoamérica, casi desamparados, muchos de los cuales podrían ocupar los muchos puestos vacíos de los centros religiosos españoles, en estos tiempos de bonanza y muchos medios de los que dispone España. Aun corriendo el riesgo de que pocos llegarán a clérigos, la inmensa mayoría agradecerían el gesto y serían personas de provecho. No se me ocultan las dificultades burocráticas y de todo tipo, pero seguro que muchos padres y gobernantes facilitarían los trámites. Eso no impediría lo del siete por ciento ni las ayudas de las ONG"s. Seguro que ya se les ha ocurrido esta idea a muchos, pero a mí se me antoja que por insistir no se enfadará nadie. Atentamente le saluda, Amando Álvarez Cabeza (Vega de Magaz). Me harto de ver en los últimos tiempos en muchos foros y paredes pintadas que reclaman algo así como una pretendida lengua autóctona «Llionesa» sobre la que albergo algunas dudas. La primera duda que tengo es la de su existencia. He vivido muchos años en El Bierzo y también en León capital y, como buen amante de mi tierra, recorro muchos de sus rincones cada vez que me lo puedo permitir. Y jamás he oído hablar nada que se le parezca. En León, español, y en El Bierzo un sucedáneo con acento gallego, más cerrado o más abierto según la zona. Como en Laciana, donde conservan una entonación maravillosa con la que adornan el español que hablan. Pero eso, lo de la Lengua Llionesa es algo que me tiene en ascuas; ¿Cuántos años más he de seguir buscando para encontrarla? ¿En qué secreto rincón de la provincia se esconderá la primera gramática y la Real Academia de la Llingua? He preguntado por la Facultad de Filología (en la Universidad de León) y nada, ni rastro, no saben nada tampoco. Quizá en la sede de UPL. Ahí no he entrado a preguntar. Quizá alguien lo hable en la intimidad, ya pasó hace algunas fechas con el catalán, estuvo de moda pero solo en petit comité. ¿Será una versión cazurra del baturro? Ya de reclamar causas perdidas y cosas inexistentes digo yo que reclamar más empleo joven, más kilómetros de autovías, más suelo protegido para viviendas, menos desmantelamientos de azucareras, más puertos secos, una torre de control que le dé sombra a la pista del aeródromo, un paso a nivel en El Crucero, un plan serio de conservación de nuestros montes y recuperación de nuestros maltratados ríos, ... en fin, mil cosas más prioritarias para León que jugar insensata y puerilmente a la kale borroka con un spray por la calle adornando muros con pretendidas frases en pretendidos idiomas que desde luego la mayoría de los leoneses no tenemos ni la más remota idea de su existencia. Carlos (correo electrónico). Carta a la atención del señor obispo de León, Julián López Martín. Dignísimo señor obispo de León: A cuenta de las vocaciones sacerdotales en estos tiempos y, leída en Diario de León su propuesta, se me ocurre sugerir una idea que me viene rondando desde hace tiempo, aunque confieso mi ignorancia sobre la cuestión que nos ocupa. Eso sí, tengo mucha experiencia y sé que, desde los años veinte en que nací, durante décadas, a muchos niños (y niñas) los «mandaban» a los conventos y seminarios aunque no estuviese bien definida la vocación. Eran otros tiempos de familias numerosas y de muchas escaseces y la religión tenía mucho prestigio y poder. Los tiempos han cambiado tanto que hay mucha falta de niños y que los seminaristas (al menos los de Astorga) son un tanto protestones. Demasiados niños (niñas) en el mundo, especialmente en Hispanoamérica, casi desamparados, muchos de los cuales podrían ocupar los muchos puestos vacíos de los centros religiosos españoles, en estos tiempos de bonanza y muchos medios de los que dispone España. Aun corriendo el riesgo de que pocos llegarán a clérigos, la inmensa mayoría agradecerían el gesto y serían personas de provecho. No se me ocultan las dificultades burocráticas y de todo tipo, pero seguro que muchos padres y gobernantes facilitarían los trámites. Eso no impediría lo del siete por ciento ni las ayudas de las ONG"s. Seguro que ya se les ha ocurrido esta idea a muchos, pero a mí se me antoja que por insistir no se enfadará nadie. Atentamente le saluda, Amando Álvarez Cabeza (Vega de Magaz). Me harto de ver en los últimos tiempos en muchos foros y paredes pintadas que reclaman algo así como una pretendida lengua autóctona «Llionesa» sobre la que albergo algunas dudas. La primera duda que tengo es la de su existencia. He vivido muchos años en El Bierzo y también en León capital y, como buen amante de mi tierra, recorro muchos de sus rincones cada vez que me lo puedo permitir. Y jamás he oído hablar nada que se le parezca. En León, español, y en El Bierzo un sucedáneo con acento gallego, más cerrado o más abierto según la zona. Como en Laciana, donde conservan una entonación maravillosa con la que adornan el español que hablan. Pero eso, lo de la Lengua Llionesa es algo que me tiene en ascuas; ¿Cuántos años más he de seguir buscando para encontrarla? ¿En qué secreto rincón de la provincia se esconderá la primera gramática y la Real Academia de la Llingua? He preguntado por la Facultad de Filología (en la Universidad de León) y nada, ni rastro, no saben nada tampoco. Quizá en la sede de UPL. Ahí no he entrado a preguntar. Quizá alguien lo hable en la intimidad, ya pasó hace algunas fechas con el catalán, estuvo de moda pero solo en petit comité. ¿Será una versión cazurra del baturro? Ya de reclamar causas perdidas y cosas inexistentes digo yo que reclamar más empleo joven, más kilómetros de autovías, más suelo protegido para viviendas, menos desmantelamientos de azucareras, más puertos secos, una torre de control que le dé sombra a la pista del aeródromo, un paso a nivel en El Crucero, un plan serio de conservación de nuestros montes y recuperación de nuestros maltratados ríos, ... en fin, mil cosas más prioritarias para León que jugar insensata y puerilmente a la kale borroka con un spray por la calle adornando muros con pretendidas frases en pretendidos idiomas que desde luego la mayoría de los leoneses no tenemos ni la más remota idea de su existencia. Carlos (correo electrónico).