Leonesismo y elecciones en La Cepeda

Las tierras de la Cepeda, al igual que otras demarcaciones vecinas, siempre ha sido una zona endogámica donde han ejercido el poder de forma alternativa el PP y el PSOE, fundamentalmente. O por lo menos hasta hace cuatro años que hizo acto de presencia el leonesismo político, representado por la Unión del Pueblo Leonés. Esta situación de bicefalia histórica venía propiciando en muchos municipios la general ausencia de la leal oposición y el más que necesario y enriquecedor debate. El tedio político solía imperar, por tanto, en los salones de actos de las corporaciones. Desde las últimas elecciones municipales la UPL está presente y pujante en la mayoría de los consistorios de la comarca. Inicialmente las agrupaciones del partido en la Cepeda se orquestaron y establecieron desde UPL-Madrid. En buena medida ocurrió lo mismo también en Astorga hasta que con acierto se nombró candidato al fecundo y apreciado Fernando Barriales. Esta situación tiene, no obstante, una clara y sencilla explicación: en aquellos momentos, y con el sufragio municipal, autonómico y europeo a meses vistas, había que abordar el reto de presentar listas con garantías en los cinco ayuntamientos cepedanos donde aún no existía aparato ni infraestructura suficiente. El decidido apoyo que desde la capital del Estado otorgó con sumo interés y medios UPL-Madrid, que encabezaba la lista al Parlamento Europeo, desembocó felizmente en que en un tiempo récord se consolidaran los comités necesarios e incluso las candidaturas con total respaldo del partido en León. El excelente fichaje del activo Carlos Carrera, de Sueros, fue, sin duda, otro magnífico acierto que contribuyó al afianzamiento estructural. La reiterada presencia de Otero, De Francisco, Villalón o Miguélez a pie de obra en los mítines electorales programados a orillas del río Tuerto pusieron de manifiesto ante la opinión pública la estima y afinidad de la cúpula leonesista con la hermosa y deprimida comarca emplazada en pleno corazón de la provincia. Que en la pasada cita a las Generales se contara, al menos, con dos cepedanos para nutrir las listas al Senado (uno residente y otro en Madrid), no es producto del azar. Los resultados, a pesar del escaso plazo con que se contó, se puede afirmar que fueron favorables. Por primera vez desde el advenimiento de la democracia un nuevo partido se presentaba al unísono en todos y cada uno de los municipios de la mancomunidad. El tiempo ha venido a dar la razón y ha revelado lo que es un clamor en política: «que un tercero en discordia es beneficioso, enriquecedor y, naturalmente, necesario para la buena marcha e higiene política». Pero la anterior etapa va camino de su cenit. Las sucesivas primaveras pasan inexorables y las próximas elecciones están ya con el intermitente puesto y pidiendo paso. Quedan escasos meses para medir fuerzas de nuevo ante las implacables urnas. Durante los breves años transcurridos el leonesimo participativo ha crecido hasta el punto de que existe un buen contingente de afiliados y presencia de una u otra manera en los 44 pueblos de la comarca, con alcaldes pedáneos en varias localidades y concejales en otros tantos ayuntamientos. En consecuencia, es probable que el mapa político cepedano cambie en los cercanos comicios de 2003. Llegado el caso y si de acuerdo a las estimaciones los resultados electorales acompañan a las candidaturas de UPL, tanto a las pedanías como a los consistorios cepedanos, desde el leonesismo se contemplaría la posibilidad de pactar (donde existiera necesidad al no alcanzar ningún partido la mayoría absoluta, o donde se fuera llave) con aquella formación que sintiera de verdad los colores de León y sus gentes, y por supuesto no estuviera supeditada a las decisiones arbitrarias que con harta frecuencia se toman e imponen desde la metrópoli del Pisuerga u otra capital alejada de la triste realidad del Viejo Reino. Aspectos primordiales como la revitalización de la comarca, la implantación y desarrollo del inexistente tejido industrial o la fijación de una población envejecida y diezmada son aspectos que UPL estima prioritarios. La dinamización de la mancomunidad es otro de los puntos que desde el leonesismo se considera esencial, especialmente en lo relativo a los proyectos, servicios y entidades de ella dependientes, que aspiran a ser representativos de los 44 pueblos cepedanos. Será necesario, sin duda, que se abra un intenso debate con los agentes sociales implicados y, por supuesto, con todas y cada una de las fuerzas políticas, asociaciones de vecinos y por supuesto culturales, asentadas en el territorio. No es en absoluto una medida adecuada ni duradera, pretender representar a los cepedanos sin contar con todos ellos y con el amplio abanico de organizaciones existentes. Semejante planteamiento terminaría tornándose, tarde o temprano, como el frágil vuelo del gallo: de corta trayectoria y duración. Es una evidencia que mayo de 2003 está esperando ansioso a la vuelta de la esquina. Así las cosas, próximamente se celebrará en Villamejil una importante reunión al más alto nivel de los comités de UPL-Cepeda y sus responsables, incluido el coordinador, al que también asistirá el nuevo delegado del municipio de Quintana del Castillo, Antonio Nevado Escandón, y quien esto escribe y firma, en calidad de miembro del Comité Ejecutivo Central del partido. La previsión, la cautela, el método, las formas, la organización y el concejo son conceptos elementales para los leonesistas. Suerte a todos y al toro. Alea jacta est.