Coyanza o Valencia de Don Juan Propaganda en los buzones Coyanza o Valencia de Don Juan Propaganda en los buzones

Gracias a la edición digital del periódico, muy mejorada últimamente, después de una ausencia de mi querida tierra de más de cincuenta años, con muy escasas y esporádicas visitas, vuelvo a tener información diaria de los principales eventos y sucesos acaecidos en esa bendita tierra que tanto añoro. Nunca entenderé, que el el mare mágnum de Taifas en que se ha convertido la vieja Hispania, el antiguo reino de León, el más importante de los reinos medievales cuyos reyes se llamaban emperadores, heredero directo a través dl de Asturias de la Monarquía visigoda, sea el único que no tenga ni una modesta autonomía que llevarse a la boca. Naturalmente, considero absurdo una autonomía con la provincia de León solo, ya que Zamora y Salamanca son tan leonesas, como el propio León, y puestos a ser utópicos por qué no con Asturias también. Me resulta poco comprensible, que un periódico con la categoría que indudablemente tiene, Diario de León, las noticias procedentes de Valencia de Don Juan, vayan bajo el epígrafe «Coyanza». Que en mi pueblo, siga habiendo epígonos del fraile agustino Padre Gilberto Blanco, no me extraña, pues allí hay muchas personas a las que se podría aplicar el dicho del filólogo alemán Hübner: «hombre de cierta instrucción, pero al que el desmedido amor por su patria ha vuelto necio del todo». Sin embargo, que en el decano de la prensa leonesa, fechen las noticias desde un lugar que hace más de ocho siglos, sólo existe en las mentes calenturientas de algunos palurdos «ilustrados» qué quiere que le diga a usted señor director, me causa estupor. Salvador García Pérez (Barcelona). Ya hemos consumido casi sin darnos cuenta, un tercio de este verano leonés. Estamos en el mes estrella de la canícula. (Agosto, «fríe» el rostro; que quema a éste, no que le da frío como se tergiversa el refrán. El «grueso» de los veraneantes estarán ya con las maletas preparadas para cambiar de aires, que es muy sano según nos aseguran los galenos. Esto quiere decir que el hogar, el dulce hogar se queda más solo que la una; lo que motiva el regocijo y el frotarse las manos los «cacos» a la vista de las oportunidades que les brinda para su «trabajo». Por tal motivo los guardianes del orden recomiendan: 1. Cuando las amas de casa frecuentan sus habituales tiendas o comercios para la compra de cada día, no comenten con nadie su marcha de veraneo. 2. No dejen totalmente las persianas bajadas a menos que se trate de una vivienda de entresuelo. 3. Dejar una persona encargada de ir retirando del buzón la correspondencia. Con respecto a esta última recomendación, hay quien piensa que dada la poquísima correspondencia que recibe no precisa de tal encargo. Está muy equivocado. Porque aquí viene la madre del cordero o el motivo principal de la presente. Como todos sabemos los «supermercados» han proliferado como los hongos; y entre ellos se traen una «guerra» de propaganda que para sí quisieran los palestinos, y nos inundan los buzones de papelotes de propaganda. Y mi pregunta es la siguiente: Constitucionalmente, las casas comerciales tienen derecho a utilizar los buzones de correspondencia de todo vecino a su libre albedrío para depositar su propaganda comercial? Yo no quiero que utilicen mi buzón para la propaganda comercial sea cual fuere ésta, por cuanto lo considero propiedad privada; y sólo utilizable para su fin, cual esla correspondencia que reciba a través del Servicio de Correos. Alejandro Civera Crespo (León). Gracias a la edición digital del periódico, muy mejorada últimamente, después de una ausencia de mi querida tierra de más de cincuenta años, con muy escasas y esporádicas visitas, vuelvo a tener información diaria de los principales eventos y sucesos acaecidos en esa bendita tierra que tanto añoro. Nunca entenderé, que el el mare mágnum de Taifas en que se ha convertido la vieja Hispania, el antiguo reino de León, el más importante de los reinos medievales cuyos reyes se llamaban emperadores, heredero directo a través dl de Asturias de la Monarquía visigoda, sea el único que no tenga ni una modesta autonomía que llevarse a la boca. Naturalmente, considero absurdo una autonomía con la provincia de León solo, ya que Zamora y Salamanca son tan leonesas, como el propio León, y puestos a ser utópicos por qué no con Asturias también. Me resulta poco comprensible, que un periódico con la categoría que indudablemente tiene, Diario de León, las noticias procedentes de Valencia de Don Juan, vayan bajo el epígrafe «Coyanza». Que en mi pueblo, siga habiendo epígonos del fraile agustino Padre Gilberto Blanco, no me extraña, pues allí hay muchas personas a las que se podría aplicar el dicho del filólogo alemán Hübner: «hombre de cierta instrucción, pero al que el desmedido amor por su patria ha vuelto necio del todo». Sin embargo, que en el decano de la prensa leonesa, fechen las noticias desde un lugar que hace más de ocho siglos, sólo existe en las mentes calenturientas de algunos palurdos «ilustrados» qué quiere que le diga a usted señor director, me causa estupor. Salvador García Pérez (Barcelona). Ya hemos consumido casi sin darnos cuenta, un tercio de este verano leonés. Estamos en el mes estrella de la canícula. (Agosto, «fríe» el rostro; que quema a éste, no que le da frío como se tergiversa el refrán. El «grueso» de los veraneantes estarán ya con las maletas preparadas para cambiar de aires, que es muy sano según nos aseguran los galenos. Esto quiere decir que el hogar, el dulce hogar se queda más solo que la una; lo que motiva el regocijo y el frotarse las manos los «cacos» a la vista de las oportunidades que les brinda para su «trabajo». Por tal motivo los guardianes del orden recomiendan: 1. Cuando las amas de casa frecuentan sus habituales tiendas o comercios para la compra de cada día, no comenten con nadie su marcha de veraneo. 2. No dejen totalmente las persianas bajadas a menos que se trate de una vivienda de entresuelo. 3. Dejar una persona encargada de ir retirando del buzón la correspondencia. Con respecto a esta última recomendación, hay quien piensa que dada la poquísima correspondencia que recibe no precisa de tal encargo. Está muy equivocado. Porque aquí viene la madre del cordero o el motivo principal de la presente. Como todos sabemos los «supermercados» han proliferado como los hongos; y entre ellos se traen una «guerra» de propaganda que para sí quisieran los palestinos, y nos inundan los buzones de papelotes de propaganda. Y mi pregunta es la siguiente: Constitucionalmente, las casas comerciales tienen derecho a utilizar los buzones de correspondencia de todo vecino a su libre albedrío para depositar su propaganda comercial? Yo no quiero que utilicen mi buzón para la propaganda comercial sea cual fuere ésta, por cuanto lo considero propiedad privada; y sólo utilizable para su fin, cual esla correspondencia que reciba a través del Servicio de Correos. Alejandro Civera Crespo (León).