El agua, un problema político y de desprecio Consideraciones sobre el padrón de León

Santiago se pone en contacto con nosotros para contarnos lo siguiente: «Quisiera dar una opinión sobre el problema de las aguas de Riaño. Por la escasez surgida que estos días, he leído en el Diario de León como los palentinos reclaman agua de Riaño y los leoneses, un poco recelosos por la escasez de agua, dicen que primero es León que Palencia. Hay que saber el problema desde la punta de la raíz para opinar sobre esto y los que somos un poco mayores ya, y desde hace años vemos el problema de esta comunidad, que es un problema más bien político y de desprecio. Quiero aclararlo. Yo recuerdo que hace años cuando se cerró la presa del pantano, los políticos prometían que no se sacaría agua de León, hasta que los regadíos de León no estuviesen desarrollados. Yo no soy muy conocedor de la zona, porque yo soy de la parte el Órbigo, pero sí se por las noticias del Diario de León que los regadíos de León no se han desarrollado, y los que si se han desarrollado son los de Palencia y la provincia de Valladolid. Me parece que el problema y la culpa de todo esto la tiene la Junta de Castilla y León, que en vez de unir las nueve provincias de la comunidad lo único que hace es enfrentarlas. León se enfrenta a la gran mayoría de ellas, porque la Junta desde que se formo esta comunidad ha maltratado a la provincia en muchos aspectos, más que la ha favorecido. Podemos ver varios temas. Por ejemplo, en León no se terminan de desarrollar los polígonos industriales, siempre enfrentados porque no se quería hacer el aeropuerto... y un sinfín de cosas que no quiero recordar, porque siempre después nos dicen que estamos en agravio comparativo con otros, pero lo cierto es que lo vamos viendo y León era una de las provincias más ricas y que más prometían antes de formar parte de esta comunidad. Y lo que estamos viendo hoy es que estamos entre las más pobres de España, y luego la Junta que no culpe a los leoneses de ello porque nos gobiernan ellos. Y lo único que estamos viendo es el desprecio y la falta de gobernar bien en muchas partes de la comunidad. Aquí lo vemos y no es por enfrentar o por decir cosas de mal gusto. León y varias provincias limítrofes están siendo marginadas por la Junta de Castilla y León, que sólo mira hacia Burgos, Palencia y Valladolid. Esto es una verdad como un templo. En las demás provincias les cuesta trabajo desarrollar ciertos temas y otras tienen una facilidad enorme. Si tienen tanto interés en desarrollar Castilla y León, ¿por qué a unas provincias las maltratan y a otras no? Por decirlo de alguna manera, porque eso está clarísimo. Quisiera decir que a los leoneses Palencia nos ha hecho algunos favores. Por ejemplo, en el tema de la basura, aunque a mi particularmente no me afecte, pero a la capital de León sí.Yo mismo me he solidarizado con el tema de las galletas Fontaneda y les dí ánimos el día del partido de fútbol contra el Getafe, que estaban allí en el campo de fútbol y les dijimos que ánimo y para adelante. Eso es hacer comunidad, pero la única que no hace comunidad como debiera es la Junta de Castilla y León y estos problemas y estos agravios comparativos que tenemos todos nacen de la Junta, que no trata a todas las provincias por igual. Si no esto estaba evitado y muchas cosas más que estamos viendo. Por eso nos entristece que pasen estas cosas y que luego se nos culpe a los leoneses de provincianos y de otras ciertas cosas que nos duelen profundamente. No es eso, es que estamos viendo que a los leoneses se nos margina y luego llegan estos enfrentamientos que nunca debieran de suceder». Francisco Ajenjo, un leonés residente en Madrid, dice lo siguiente: «Leo en la edición digital del Diario de León una noticia sobre la campaña de concienciación que ha lanzado la oficina del Instituto Nacional de Estadística de León sobre el padrón municipal de habitantes, animando a residentes de la capital no empadronados a estampar su nombre en dicho padrón. Esta noticia me causa cierto estupor, porque si todos los que nos hemos ido de esta tierra por no encontrar un trabajo nos borramos del padrón, León se convertiría en una ciudad sin habitantes oficiales. Señores políticos locales, menos cháchara preelectoral y más realidades laborales para los jovenes leoneses. Así no tendrán que gobernar una ciudad repleta de bares y residencias de ancianos».