Diario de León
Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

EL equilibrio entre las medidas antiterroristas y las libertades individuales es tan delicado como el equilibrio matrimonial. Si los gobernantes de Estados Unidos deciden que todo árabe es culpable hasta que no se demuestre lo contrario, pueden llegar a pensar que están en el camino correcto, y de ahí viene la penúltima propuesta: el control absoluto de los correos electrónicos y las conexiones a internet. Es probable que Estados Unidos llegue así a localizar a buen número de terroristas, pero también es seguro que se terminaría de una vez por todas con los miles de accidentes de circulación que hay en el mundo por el sencillo procedimientos de prohibir la circulación de vehículos, y a nadie se le ocurre tal disparate. Al margen del aspecto más importante nos encontramos con la esterilidad que todo exceso lleva consigo, porque hay dos maneras de confundir con la información: una, la más conocida, es carecer de ella; la otra es abrumar de información, aportar tantísima que forme un océano de clasificación imposible, porque todavía no hay una sexta generación de ordenadores que sean capaces de detectar cientos de millones de mensajes, amen de que los terroristas no creo que envíen correos electrónicos del tipo «soy el terrorista Mustafá, ten cuidado con el correo, que creo que lo vigila la CIA». A nadie se le ocurre proponer que nos abran las cartas que recibimos en nuestra casa por mor de la lucha antiterrorista, como si el sobre fuera más inviolable que un encriptamiento electrónico. No hay ninguna diferencia. La diferencia llega cuando el exceso alcanza la frontera de la estupidez.

tracking