Haciendo Bierzo
COMO cada año por las fiestas patronales, esta semana se presentaba en Ponferrada la revista Bierzo, que edita la basílica de la Encina, con un número extraordinario con motivo de su vigésimo aniversario. Aunque hubo en los años cincuenta una revista de igual nombre, editada también por la basílica, la actual comenzó a publicarse en 1983 de la mano de su rector, don Antolín de Cela, que desde entonces ha sido su principal impusor. ¡Como no tiene nada que hacer el pobre cura con su labor pastoral, social y educativa, a don Antolín le da por la cultura y la historia, y así aún tiene tiempo para editar una revista y, desde la institución Ana Torres Villarino, que también dirige, un buen motón de libros! ¡Qué haría la cultura del Bierzo sin él! De las poco más de treinta páginas de los primeros números, la revista alcanzó pronto el centenar, y en este último casi trescientas, en las que, junto a interesantes artículos sobre las campanas del Bierzo, la Casa del Pueblo de Ponferrada, la administración de la comarca en el siglo XVIII, los sellos del Cartulario de Carracedo y otros, se incluye un índice de todos sus números, realizado por Fermín Costero. La basílica ha echado la casa por la ventana con este número y con un llamativo cartel, que con el lema de «20 años haciendo Bierzo» recoge las portadas de esos veinte números. Dos rasgos han caracterizado la revista a lo largo de estos cuatro lustros: su carácter abierto y su especialización en la historia de la comarca. Bierzo es una revista editada por una institución eclesiástica, tiene una filiación cristiana; pero en puridad no es una revista religiosa, aunque algunos artículos estén escritos desde esa perspectiva. Es una revista de historia pero con un talante abierto, sin sectarismos, en el que colaboran personas de talante e ideologías muy diferentes. Como no podía ser de otra forma, por el papel que la Iglesia ha jugado en la historia y en el patrimonio, hay muchos artículos que abordan esta temática (historia monástica, organización eclesiástica, arte religioso); pero no de forma exclusiva pues también recoge muchos estudios de historia social, económica, municipal y biografías de personajes ilustres. Nadie ha sido constreñido a escribir sobre temas específicos y muchos menos censurado por sus trabajos de investigación. Esto, que puedo atestiguar por una colaboración de dieciocho años, dice mucho de la inteligencia y del talante liberal de don Antolín. Buena parte de los investigadores de la comarca han colaborado en sus páginas; algunos de forma asidua (V. Fernández, G. Cavero, J. A. Balboa, M. J. García, Miguel A. González, A. de Cela, I. García Tato, M.Olano, P. Alonso, fray Damián Yañez, J. D. Rodríguez); otros de manera más esporádica (P. Sáenz, J. García, F. Costero, M. Durany, Fernández Matachana, González Cuellas) y varios desgraciadamente nos han dejado ya (A. Quintana, J. Garzón, E. Barcia) aunque están en nuestro recuerdo. Todos hemos sido miembros de una extraordinaria aventura, que está contribuyendo a un estudio sistemático de la historia comarcal. Junto con la revista del I.E.B., Bierzo es una escuela en la que muchos nos hemos formado en la investigación y en la que hemos podido publicar nuestros trabajos. Sin ambas, no hubiera sido posible el gran avance que, en estos últimos veinte años, han logrado los estudios de historia local. Por eso rendimos homenaje de gratitud a la basílica de la Encina y a su rector, animador y mantenedor de esta experiencia única haciendo Bierzo. También en el mes de agosto se presentaba en Fresnedo una monografía sobre este ayuntamiento, hoy desaparecido y anexionado al de Cubillos, de la que es autor Vicente Fernández Vázquez. En algo más de 350 páginas recoge la historia, la etnografía y el arte de Fresnedo en un libro muy bien editado, riguroso, con capítulos llenos de interés dedicados al señorío de Fresnedo en la Edad Moderna, la demografía, la organización social y económica, etcétera. Cuenta además con una buena selección de fotografías y un interesante apéndice documental. En definitiva, un libro que prestigia la historia local, a veces tan denostada ¡Enhorabuena Tito, que tú también estás haciendo Bierzo, del bueno!