teléfono del lector
Una calle sin luz en SanAndrés del Rabanero Cierta incomodidad en el León Arena Decretazo contra los emigrantes españoles
Carmen Fernández llama al Teléfono del Lector diciendo: «Quisiera hacer un llamamiento al Ayuntamiento de San Andrés y preguntarle a ver a quién hay que avisar o a quien hay que recurrir para que nos den la luz en la calle Plutón, que las tenemos estropeada desde hace un mes. Se ha llamado tres o cuatro veces al ayuntamiento y seguimos con la calle a oscuras. Me gustaría saber a quién hay que recurrir». Chema García, asiduo lector de Diario de León, se pone en contacto con esta sección diciendo:«Con motivo de la celebración del partido que va a jugar el Ademar en la Plaza de Toros (León Arena) quiero exponer mi queja debido a la experiencia que tuve en las pasadas fiestas locales, ya que fui a ver el espectáculo del Bombero Torero con mis hijos y ¡cuál fue mi sorpresa!, señores ¡no entraba en el asiento! tuve que estar toda la tarde sentado de lado y ya no les cuento cuando alguno quería levantarse y salir. Si queríamos dejarle pasar a gusto, nos teníamos que poner de pie encima del asiento porque no hay pasillo suficiente; y si no... que den saltitos. Han puesto unos asientos que han comido el espacio entre una fila y otra y ya no hablemos del color... El que tuvo esta brillante idea, realmente se lució. Conclusión: A mi entender han estropeado la Plaza de Toros, tanto estética como funcionalmente. Para ir a ver cualquier espectáculo a este recinto habrá que pensárselo dos veces». Consuelo se pone en contacto con el Teléfono del Lector desde Londres diciendo lo siguiente: «Aquí me tenéis en lo que es una encrucijada en mi vida. Después de dieciséis años, regreso. Sin dudas ya, sin lamentos. Y... no estoy segura de creérmelo. El decretazo ha actuado; a los emigrantes españoles en Europa nos han quitado el subsidio de el retornado, y otras ayudas a las que antes teníamos acceso. A los que estudiamos fuera de nuestro país y nos costeamos los estudios el Ministerio de Educación tarda un año, por lo menos, en darnos una respuesta en cuanto a la homologación de títulos académicos, sin que por ello de ningún modo se asegure el resultado positivo. Parece ser que en este oscuro proceso nosotros no tenemos nada que decidir, ni que decir, ni que hacer. Ni sindicatos ni representantes políticos se acuerdan de nosotros en este momento tan importante para nosotros. Me quitaron la posibilidad de subsistencia en cuanto me quitaron la ayuda al retornado, me quitan de trabajar en lo que sé uy quiero hacer. Se me quitan las ganas de regresar a mi país».