panorama
Una isla en el océano
PARA qué sirven las Universidades españolas? Hace siglos, la Universidad eran casi la única vía de transmisión del saber. Hoy, la Universidad no tiene claro su papel, es una masificada fábrica de parados, no está claro que forme profesionales de calidad y, en el terreno clave de la investigación, tampoco parece que se puedan echar las campanas al vuelo. No es un problema de España, pero en España es un problema. Un interesante trabajo del profesor de la Universidad de Barcelona José García Quevedo en esa excelente revista que es Papeles de Economía Española, da unas claves muy lúcidas. La fundamental es que no hay evidencia alguna de que la investigación universitaria española incida significativamente sobre los resultados innovadores empresariales medidos por el número de patentes. Más, aún, para las empresas innovadoras españolas, las Universidades son la última fuente innovadora en una lista de trece. Están por delante las propias actividades internas de I+D, los clientes, la producción, los competidores, los expertos y firmas consultoras, las ferias y exposiciones, las asociaciones de investigadores... La juventud -y también la falta de calidad- de muchas nuevas Universidades hace que tengan un papel muy reducido en la capacidad innovadora del territorio en que se sitúan. Pero, en general, a pesar de la indudable mejoría de la investigación científica en España y del aumento de presencia en publicaciones científicas, la Universidad sigue teniendo esa asignatura pendiente. Se está trabajando en la creación de redes de investigación, en la puesta en marcha de centros investigadores de referencia, pero la Universidad, globalmente considerada, parece estar al margen. Como si fuera, lo ha sido mucho tiempo, una isla en el océano.