Diario de León
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Cada año, cada mes, cada día... aumenta el número de mujeres maltratadas en nuestra ciudad, en nuestro país, en el mundo. Durante el presente año 2002 y hasta el día de hoy, 52 mujeres han sido asesinadas en España víctimas de la violencia de género, es decir, han sido asesinadas por sus maridos, compañeros, padres, novios... En la provincia de León, las denuncias registradas por malos tratos fueron 272 en el año 2001; en la ciudad de León, la Policía Local intervino en 89 ocasiones en el año 2001 y, en el presente año, la Comisaría de Policía de León ya ha registrado 132 denuncias, teniendo en cuenta que además muchas de estas mujeres maltratadas dieron el paso de denunciar a sus maltratadores, conscientes de los riesgos que su decisión podría acarrearles. El delito de todas las mujeres que sufren malos tratos, en muchos casos con consecuencias mortales o con secuelas tan irreversibles como la anulación de la personalidad, no fue otro que nacer mujer y tener la desgracia de conocer a hombres que pueden llegar a creerse propietarios de sus vidas, porque la violencia de género es aquella que se ejerce motivada por la necesidad de controlar y cada vez que una mujer es maltratada no es por un acceso de furia momentáneo o casual sino porque en gran medida se manifiestan las secuelas de una deficiente y errónea educación. Ante esta situación, el PP puso en marcha dos planes específicos contra la violencia doméstica pero con el paso del tiempo lo único que hemos comprobado es la falta de compromiso de esos planes para dar fin a esta violencia contra las mujeres: no ha sido posible obtener información fiable de lo realizado porque los datos variaban según quién los daba; no tienen ninguna eficacia porque son una mera declaración de intenciones, con una serie de medidas sin ninguna conexión ni concreción; no se ha realizado ninguna evaluación de los planes; no se ha contado con la participación de las organizaciones de mujeres para su redacción; entran en competencias de las autonomías y de los ayuntamientos sin consultarles; confunden la prevención con la publicidad... En resumen, estos planes del PP contra la violencia hacia las mujeres no responden en sus planteamientos y, ni siquiera en su escasa ejecución, a las necesidades de prevención de la violencia de género y mucho menos a la atención integral a las mujeres víctimas de esta lacra social. Ante esta situación, no sólo las mujeres sino desde toda la sociedad se reclama y se insiste en la urgencia de poner en marcha una serie de medidas vistas desde un planteamiento global para dar una respuesta eficaz a lo que también podriamos llamar «terrorismo de género». De ahí la iniciativa del PSOE en el Parlamento Nacional, en la que se recogieron los análisis, balances, propuestas, reivindicaciones y experiencias de las propias mujeres y organizaciones que a lo largo de los años continúan luchando por erradicar la violencia de género. Esta iniciativa se presentó en forma de Proposición de Ley en la que, entre otras cuestiones, plantea reformas en el sistema educativo, la mejora de nuestra legislación civil y penal, nuevos sistemas de ayudas a las mujeres, mejoras de los derechos laborales y trabaja sobre la igualdad, la publicidad y la necesidad de sensibilizar la sociedad. Asimismo, permite la coordinación de sus propuestas con Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Además, para llevar adelante todas estas medidas y atender todas las demandas es necesaria la financiación y el apoyo. Lamentablemente, la prepotencia mayoritaria del PP y el desprecio por parte del ministro Zaplana -que no estuvo presente el día del debate- impidieron que se aprobara esta iniciativa, a pesar del apoyo del resto de los grupos de la Cámara y de una parte muy importante de asociaciones y colectivos sociales. Tampoco podemos esperar nada de las mujeres del PP, que desde su sumisión a unos dictados partidistas, con argumentos como el de la diputada Sáinz García: «Ustedes creen que el correcto es el suyo, pero nosotros creemos que es el nuestro...», olvidan que cada minuto que pasa hay una mujer que está siendo maltratada. A lo largo del año pasado hubo una media de 74 denuncias diarias por malos tratos en el ámbito doméstico familiar. ¿Qué podemos esperar de este gobierno del PP y de las mujeres que militan en él?. Toda la sociedad está reclamando a gritos soluciones reales e integrales y no con medidas puntuales. El pasado 17 de septiembre se aprobó en el Parlamento una iniciativa de IU para crear una subcomisión que en un plazo de 4 meses elabore una serie de medidas que ataje este grave problema social, pero son 4 meses más de espera para seguir poniendo parches, meses en los que se seguirán sumando casos de mujeres maltratadas, vejadas y asesinadas por hombres. El Gobierno, en la sesión de control del día 18, rechazó elaborar una ley integral sobre la violencia doméstica lo que demuestra su permanente actitud hipócrita, llegando incluso el presidente del Gobierno a mentir con descaro ya que dentro de la esquizofrenia política que padece, llega a negar sus propias promesas hechas en febrero de 2000 en la campaña electoral. Hay que romper con esta dinámica de la sociedad que ve la violencia de género como un asunto privado de ámbito doméstico. Cualquier iniciativa es buena. Pero es muy urgente elaborar una ley integral capaz de modificar el Código Penal para lograr una mayor contundencia en las penas, conseguir más oportunidades laborales para las víctimas, educar en igualdad y para la erradicación de todo tipo de violencia, educación no es exclusiva de la escuela, sino de todos los ámbitos: la casa, los medios de comunicación, la publicidad... y conseguir así acabar con este terrorismo de género. Porque no olvidemos que cada día que se retrasen las medidas para detener la violencia sobre las mujeres se están retrasando también las posibilidades de poner remedio a tan dramática situación. (*) Francisco Fernández Álvarez , Amparo Valcarce García, Ángel Villalba Álvarez, Olga Palacio García, Miguel Alejo Vicente, Teresa Gutiérrez Álvarez, Ignacio Robles García, Mara Vegas García, Mercedes Mota de la Cruz, Beatriz Robles Martínez, Mercedes Macía Gallego, Geli González Cuesta y Mar Carrasco Vivas.

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