desde la corte
El Ronaldo de Aznar
QUE contento está Zaplana! Está como chico con zapatos nuevos. No es para menos. Si nada se tuerce, ésta le va a salir bien. Los sindicatos aceptan siete de sus ocho propuestas. Los empresarios no baten palmas, pero no harán huelga general. Y el ministro le ha hecho a su gobierno el favor del año: cuando era mayor la imagen de equipo que dialoga poco, cambió el tercio y abre una nueva etapa donde se acaricia la paz social. No es un mal resultado para un hombre que figura entre los aspirantes a la sucesión. Puede presentarse como el Ronaldo del equipo de Aznar. Creo que no es del Opus, pero merecía serlo. Lo ocurrido ayer parece un milagro de San Josemaría. Lo sucedido ayer es lo contrario a lo ocurrido hasta la huelga general del 20-J. En esas fechas, se decía que los sindicatos se retiraban sistemáticamente de la mesa de conversaciones, y ahora están dispuestos a casi todo. El Gobierno, como recordamos muy bien, tampoco estaba dispuesto a cambiar una coma de su norma, y ahora modifica ocho puntos. Cuando se aprueben, Aznar podrá decir como el Dios del poeta: «Si este é o decreto que eu fixen, que veña Deus e o vexa». Todos han puesto algo de su parte. El Gobierno, la voluntad de cambiar. Los sindicatos, la disposición a aceptar las reformas -¡pedían la retirada del decreto!--, seguramente porque han aplicado el refrán del pragmatismo hispano: más vale reformas en mano que todo el decreto volando. Cuentan con un clima de prensa que les reconocerá que han ganado la huelga cuatro meses después. Y el único perdedor es Rodríguez Zapatero: se le termina un argumento de crítica. Queda una duda: ¿quién inspiró el cambio? ¿Zaplana o el Gobierno? Si es el ministro, quitémonos el sombrero. Si ha sido el Gobierno, no hay matices: le ha cogido miedo a la ascensión de Zapatero.