Un mal recuerdo hospitalario En Minas no están tan mal las cosas Un mal recuerdo hospitalario En Minas no están tan mal las cosas

El 25 de septiembre del año pasado, en la Residencia Virgen Blanca de León, me colocaron una prótesis en la rodilla derecha. La operación fue bien, en cambio no puedo decir lo mismo de la reanimación la cual duró cinco horas. Sentía fuertes dolores en la pierna y para calmarlos me hartaron de medicamentos, sin que se pusieran de acuerdo traumatólogos y anestesista. En esas condiciones me suben a la planta y los dolores persisten hasta que, de madrugada, una enfermera exponiéndose a sus superiores , y ante mis súplicas, quitamos el vendaje y nos encontramos con la rodilla en un estado que no voy a describir y cuyas secuelas aún padezco hoy. En día sucesivos comenzaron a bajar las defensas rápidamente y para atajar el problema me administran hierro. El día 5 de octubre sufro un infarto (la fuerte medicación me ha perforado el duodeno) trasladándome a coronarias (un saludo doctor Prieto). Hasta aquí resumido ya que explicar el calvario que pasé sería muy largo. En la planta de coronarias, los cardiólogos me atendieron del infarto y los enfermeras/os, la pierna; estoy agradecido a todos ellos. Cardiología me da el alta y les recuerdo que mi ingreso en el hospital fue con motivo de ponerme una prótesis. Ahora, en estos días paso por Digestivo, Vasculares y Psiquiatría, mientras que al doctor de Traumatología no lo he visto; es más, creo que ni se enteró o ¿puedo decir, ni se preocupó?. En el hospital, por lo que corresponde a Traumatología, me sentí abandonado y el trato fue de súbdito, y yo quiero ser ciudadano. El doctor que me operó creo que es un buen profesional, pero le sobra... arrogancia. Cuando tiene en sus manos a un enfermo, si además éste es un anciano, hay que ser más humano ya que si falta de su habitación hay que buscarlo. Y me pregunto: ¿cómo es posible que un enfermo operado, con su número de registro, habitación... , cuando falta 5 días, su médico de referencia no se entere?. ¿En qué país vivimos?. Francisco Martínez del Río (Astorga). El 25 de septiembre del año pasado, en la Residencia Virgen Blanca de León, me colocaron una prótesis en la rodilla derecha. La operación fue bien, en cambio no puedo decir lo mismo de la reanimación la cual duró cinco horas. Sentía fuertes dolores en la pierna y para calmarlos me hartaron de medicamentos, sin que se pusieran de acuerdo traumatólogos y anestesista. En esas condiciones me suben a la planta y los dolores persisten hasta que, de madrugada, una enfermera exponiéndose a sus superiores , y ante mis súplicas, quitamos el vendaje y nos encontramos con la rodilla en un estado que no voy a describir y cuyas secuelas aún padezco hoy. En día sucesivos comenzaron a bajar las defensas rápidamente y para atajar el problema me administran hierro. El día 5 de octubre sufro un infarto (la fuerte medicación me ha perforado el duodeno) trasladándome a coronarias (un saludo doctor Prieto). Hasta aquí resumido ya que explicar el calvario que pasé sería muy largo. En la planta de coronarias, los cardiólogos me atendieron del infarto y los enfermeras/os, la pierna; estoy agradecido a todos ellos. Cardiología me da el alta y les recuerdo que mi ingreso en el hospital fue con motivo de ponerme una prótesis. Ahora, en estos días paso por Digestivo, Vasculares y Psiquiatría, mientras que al doctor de Traumatología no lo he visto; es más, creo que ni se enteró o ¿puedo decir, ni se preocupó?. En el hospital, por lo que corresponde a Traumatología, me sentí abandonado y el trato fue de súbdito, y yo quiero ser ciudadano. El doctor que me operó creo que es un buen profesional, pero le sobra... arrogancia. Cuando tiene en sus manos a un enfermo, si además éste es un anciano, hay que ser más humano ya que si falta de su habitación hay que buscarlo. Y me pregunto: ¿cómo es posible que un enfermo operado, con su número de registro, habitación... , cuando falta 5 días, su médico de referencia no se entere?. ¿En qué país vivimos?. Francisco Martínez del Río (Astorga).