El negro futuro de León
Hace ya algunos años que algunos periodistas han previsto que en menos de 20 años habrán desaparecido 200 pueblos de la provincia de León. El pronóstico de unos se basa en que esos 200 pueblos no pasan de cinco habitantes, el de otros, en que en esos 200 pueblos hace 20 años que no nace un niño. Hace unos meses este Diario de León publicaba la noticia de que en las últimas elecciones generales en más de mil pueblos de la provincia de León la gente no pudo ir a votar porque, al no haber casi población, no había urnas, y los que quisieron participar tuvieron que ir a otras poblaciones, algunas bastante lejos, para poder ejercer su derecho.
Es lógico pensar que no son 200 pueblos los que no pasan de los cinco habitantes, sino que son muchos más, tal vez esos mil pueblos que no pudieron votar no pasen de diez habitantes cada pueblo. Es la consecuencia del olvido que está teniendo León por parte de los políticos tanto autonómicos como estatales, así como por parte de la gran mayoría de historiadores. Según ellos, León desapareció de la Historia el año 1230, integrándose en Castilla. Pero la realidad es aún peor. La realidad nació con la creación de la autonomía de Castilla y León que ha convertido a la región leonesa en general y a la provincia leonesa en particular en colonias vallisoletanas.
Desde Valladolid están utilizando los recursos económicos leoneses en beneficio de la provincia vallisoletana, especialmente el agua y la electricidad, recursos necesarios para lograr un buen desarrollo económico. La despoblación de la provincia de León augura un futuro negro. Mientras nuestros jóvenes mejor preparados se vean obligados a emigrar no será posible alcanzar el progreso. La Junta de Castilla y León está haciendo una publicidad en diversos medios de comunicación con la frase «estamos orgullosos de nuestra autonomía de Castilla y León». Esta publicidad es un auténtico insulto a la región leonesa, e incluso a una parte de Castilla. En otro comunicado la Junta presume diciendo «Valladolid es el motor de Castilla y León».
Cuando se acercan unas elecciones generales o autonómicas los políticos prometen soluciones al problema de la despoblación de la provincia de León. Jamás dicen qué planes piensan aplicar y cómo los van a aplicar
Cuando se acercan unas elecciones generales o autonómicas los políticos prometen soluciones al problema de la despoblación de la provincia de León. Jamás dicen qué planes piensan aplicar y cómo los van a aplicar. Una vez pasadas las elecciones, se olvidan se sus promesas. Después de haber votado y vencido olvidado lo prometido.
Si León quiere salir del negro futuro donde lo ha metido la autonomía de Castilla y León sólo lo conseguirá con el apoyo de los propios leoneses. Es verdad que algunos leoneses, a título individual, están apoyando la salida de la actual autonomía de Castilla y León, reclamando públicamente que la región leonesa tenga los mismos derechos que las demás regiones españolas, teniendo su propia autonomía, separada de Castilla.
Los leoneses consiguieron una gloriosa Historia en la Edad Media, gracias a su saber hacer; estos datos lo demuestran: el rey Ramiro II logró la mayor victoria militar de toda la Reconquista en la Batalla de Simancas. Los propios cronistas musulmanes así lo manifestaron al decir que en dicha batalla hubo 70.000 musulmanes muertos. Los cronistas cristianos elevan la cifra de musulmanes muertos a 90.000 muertos, ambas cifras son muy elevadas para aquellos tiempos.
El rey Alfonso VI de León reconquistó, sin ayuda de ningún otro reino, el Reino de Toledo. El rey Alfonso VIII de León, que los historiadores llaman Alfonso IX, creó las primeras Cortes Democráticas de la Historia, un acto reconocido por la propia Unesco. El mismo rey fundó la cuarta Universidad del mundo y primera de España, la de Salamanca. El mismo rey, sin la ayuda de ningún otro reino peninsular, reconquistó el Reino de Badajoz, la actual Extremadura. Ningún otro rey de la Edad Media tiene un palmarés tan glorioso como el del rey Alfonso VIII de León.
Éste es el único camino para salir del abismo donde esta autonomía ha colocado a León. Los políticos que aman a León debían convocar manifestaciones multitudinarias pidiendo la autonomía de León. Hay otro método muy seguro y legal: aplicar el artículo nº 143 de la Constitución, la iniciativa corresponde a la Diputación Provincial que puede convocar un referéndum provincial. A los datos citados anteriormente hay que añadirle otros que demuestran que la provincia de León camina hacia un futuro muy negro: al crearse la autonomía de Castilla y León, la provincia leonesa tenía 585.000 habitantes, hoy tiene 456.000. La provincia leonesa tenía 225.000 afiliados a la Seguridad Social, hoy tiene 156.500, estos datos son muy esclarecedores.
Echando un vistazo al mapa de la autonomía de Castilla y León se ve el plumero a su creador. En el mapa con las nueve provincias actuales se aprecia que la provincia de Valladolid ocupa el centro perfecto de la Autonomía, que era lo que interesaba. La provincia de Valladolid tiene frontera con el resto de las provincias excepto con la provincia de Soria. Si a las nueve provincias les añadimos las provincias de Santander y Logroño, el centro no sería Valladolid, sino Burgos, la capital histórica de Castilla. Ese fue claramente el motivo de separar a las dos provincias netamente castellanas, para dejar a Valladolid en el centro de la autonomía.
Todo esto demuestra que la Constitución no trajo la Democracia a España sino la partidocracia. Los partidos políticos utilizan los medios audiovisuales como la principal fuente de formación e información de sus ciudadanos. Sirva como ejemplo lo que dijeron hace unos días por la radio los Sres. Federico Jiménez Losantos y Francisco Marhuenda: España se componía en la Edad Media de las coronas de Castilla, Aragón y Navarra, eso fue así y ya está, remarcó el Sr. Marhuenda sin inmutarse. Se olvidaron de la Corona de León, dando a entender que León era territorio de Castilla. Es vergonzoso que nadie aporte un solo dato que demuestre la veracidad de lo que dice. En España no se ha creado un sistema democrático porque no es fiable. Un sistema democrático, para ser fiable, tiene que ser eficaz. Lo que está pasando en León es lo contrario a la eficacia, camina irremisiblemente hacia un futuro muy negro.