Feliz, feliz en tu año...
El Diario de León, está motivándonos a los lectores con la efeméride que nos recuerda sus 115 años de funcionamiento entre nosotros. Antes en soporte de papel, y hoy combinando éste y el moderno formato digital, fiel a la cita diaria en los kioscos y en el ordenador a demanda del usuario. ¡Enhorabuena!
Este medio, siempre ha prestado una favorable acogida a mis artículos de opinión, esto de por sí ya reclamaría mi felicitación, pero hay más, como leonés y lector, siempre he tenido especial afinidad con el medio.
Por todo ello, acogida y agrado, estoy intentando con la mejor de las disposiciones, sumarme a las felicitaciones a Diario de León, por la celebración de lustro a lustro, en el que hoy el apasionado quinceañero episodio de juventud va sumado a la veteranía de las diez décadas, que van añadiendo solera de buen hacer.
Creo que debo dejar constancia que tanto en el 105 como en el 110 aniversarios, dejé mi escrito de opinión, por ser ésta mi mejor posibilidad, mostrando en ambas recuerdos del periódico. En la primera de ellas 105 años para un decanato , creo recordar, pues el disco duro de mi ordenador se niega a facilitarme una copia, que señalaba cómo en el domicilio de don Filemón de la Cuesta, que había ejercido de director y yo era un niño bien mandado portando una misiva de mi tío Aurelio, pude ver un ejemplar del Diario de época, y saludarlo con un hola de chaval. Gran novedad, y, como no esperaba respuesta, marché. Fue primera y última, tan sólo por cuestión de oportunidad.
Me permito tomar una frase para la ocasión: «León por bandera». Frase ligeramente modificada para encajarla en mi ideario, sería «León con bandera»
Cinco años más tarde, 2016, escribí: Un lustro y lustre para Diario de León, entonces junto a la felicitación me permití valorar la Revista, que con el ejemplar del periódico me habían entregado en el kiosco, en cuya satinada portada se mostraban los surcos de la edad en un rostro de mujer, dulce y de honda mirada, que me sorprendió y que aún conservo.
Nunca he sido mucho de ir por las dependencias donde se ‘cocina’ el periódico. Mis primeros escritos, allá por los 90, los dejaba en un sobre en la oficinita de la plaza de la Inmaculada, donde en más de una ocasión encontré al Maestro Cremer.
Y cuando fui, allá camino de la Virgen, pude conocer a Martínez Carrión y después a Fernando Aller dirigiendo el medio.
Y no acudía precisamente por los escritos de opinión, que también, sino para que se recogieran noticias en relación con la actividad reivindicativa de la Asociación Pro Indentidad leonesa que coordiné años, me parecía interesante que conocieran sus lectores leoneses lo que proponíamos y promovíamos. Acogida favorable siempre.
La concordancia: Buena acogida, comprensión y publicación, nos motivaba en los primeros compases de vigilancia y denuncia en la confusa terminología que empleaba el ente autonómico, que se nos mostraba ya agresivo para lo identitario leonés.
Y pasado el tiempo apareceríamos como sufridores leoneses en los campos, social, económico y laboral, que abordaríamos también con más esfuerzo por sernos más complicado.
Luego el correo electrónico, como a todos, creo que nos aliviaría el trabajo. Envío de páginas escritas, así como mensajes ocasionales según qué oportunidad. Después hablar de lo telemático, para algunos nos supone entrar en el misterio
Ahora en la distancia, nada más que por cuestión de domicilio fuera de León, para nada me siento desligado. La razia malvada del virus que nos acosa y nos condiciona, será la noticia ferozmente dañina que sin remedio quedará unida en el recuerdo a este 115 aniversario, del cada vez más decano medio.
Hoy las arrugas de aquella señora de la imagen de portada, sugestiva y serena, huellas de un tiempo que se fue y no en vano, bellas arrugas de vida, quedarían ocultas por la preceptiva mascarilla, pero que, en modo alguno, podría camuflar la hondura de mirada.
Este medio, en tiempo de pandemia, seguirá su ruta bien trazada, mezcla de imaginación, noticias y didácticos compromisos culturales, sin contagio, pero invitándonos a «contagiárnos» de su lectura, ya sea digital, como ahora me ocurre, o con el soporte de papel que tiene especial encanto.
Del señor Torné, actual director, me permito tomar una frase para la ocasión: «León por bandera»; siempre a favor de León, estupendo. Frase que, ligeramente modificada para encajarla en mi ideario, sería «León con bandera», la que nos identifica, la de la concordia entre leoneses, sin ser aditivo castellanizado en el vivir autonómico. San Blas, el del nacimiento del periódico, nos puede ayudar a desprender tal «espina», no en balde es el santo «…laringólogo», ahí es nada.
Y con permiso del medio, por lo que muestro mi agradecimiento, incorporo el deseo feliz de que coincida con el Lexit 2021, que esperamos comience para todos los leoneses.
¡Feliz 115 aniversario de Diario de León!