Nuestros esclavos

CENTENARES de miles de españoles fueron reducidos a la esclavitud, tras la guerra, por el régimen de Franco, pero a esas víctimas de la Victoria que padecieron la explotación de los trabajos forzados parecía que iba a tragárselos para siempre en el olvido cuando, a la muerte del dictador, la Transición decretó su Pacto de Amnesia. Para recordar sus penalidades y sufrimientos -muchos murieron a causa del maltrato, del hambre y del trabajo inhumano, otros fueron arrendados como bestias a empresas privadas- y para solicitar para ellos el reconocimiento y el honor que les fueron tan ominosamente arrebatados, escribí y publiqué hace un par de año Los esclavos de Franco, un libro que, si no bueno, sí debía ser muy esperado a juzgar por el alud de cartas y comunicaciones jubilares que recibí de los supervivientes de aquel oprobio y de sus familiares, persuadidos de que había llegado a su fin, 66 años después de finalizada la Guerra, la condena del silencio. Ocho ediciones, unos 40.000 ejemplares vendidos, prueban la necesidad de esa devolución del honor, de la dignidad, de la vida, en un amplio sector de la sociedad española, pero sólo cuando el otro día me topé con el titular de una noticia en un periódico sentí que lo que había hecho había efectivamente contribuido a recuperar la memoria y, recuperándola, a facilitar por fin y de veras el camino para el olvido de aquellos tiempos tan infaustos para la nación: «El Congreso aprueba honrar a los esclavos de la dictadura franquista». Y por unanimidad, si bien el PP se opone a cualquier forma de indemnización. Los esclavos republicanos que hicieron el canal del Guadalquivir mostraban mi libro en sus reivindicaciones para que no les tomaran por locos. ¿Esclavos? Sí; 200 años después de la abolición de la esclavitud en España y en sus colonias, Franco la exhumó para castigar, más si cabe, al vencido. Hoy, y disculpe el lector que me haya estado autocitando, el Congreso, el corazón de la democracia, sitúa a aquellas víctimas en el lugar de honor que les corresponde en la Historia.