Obras en San Andrés del Rabanedo, ¡por fin! Fosas comunes de republicanos en Omaña Obras en San Andrés del Rabanedo, ¡por fin! Fosas comunes de republicanos en Omaña

¡Aleluya a San Andrés por la inutilidad! Las obras para construir la calle Heriberto Ampudia, la de la plazoleta de plástico, han comenzado. ¡Qué mérito! Cinco años para hacer un trozo de 150 metros! ¡Todo un récord a la inutilidad! Claro, y lo empiezan ahora para inaugurarlo en seis meses. ¡Qué casualidad!. Pero en cinco años estos señores no han hecho nada. ¿O no han tenido tiempo? San Andrés da pena. ¿Podremos los vecinos olvidar esa glorieta de plástico que los concejales de San Andrés nos colocaron durante tanto tiempo? Los dos concejales socialistas que tienen terrenos en esa zona podían decirnos por qué han tardado tantísimo. Pues apañados vamos como para todo tarden tanto como en este caso. Así San Andrés será el peor municipio para vivir, desde luego. Y ahora, por favor, que levanten pisos de ocho o diez alturas, como en otros sitios, que eso sí que se les da muy bien. Estos socialistas leoneses no dan un palo al agua. Alberto García del Río (SanAndrés del Rabanedo). En relación con el artículo publicado en el Diario de León del 11 de octubre de 2002 sobre las fosas comunes de republicanos en Omaña, en el que se hace mención a nuestro padre, Emiliano García García, que era médico de Santa María de Ordás al comienzo de la Guerra Civil, quisiéramos hacer algunas aclaraciones sobre los hechos a que se refiere dicho artículo. Para ello nos basamos no sólo en el recuerdo de la narración de los hechos tantas veces oída de su boca, sino también en unas memorias manuscritas en las que trata extensamente de los acontecimientos de aquellos dolorosos días. Efectivamente, Emiliano García fue detenido y «paseado» en noviembre de 1936, por guardias civiles del puesto de La Magdalena a los que acompañaban falangistas y algún soldado. Sin embargo, no fue el día 5 sino el 23;además, con nuestro padre iban otras cuatro personas, es decir, cinco en total, mientras que en ese artículo se habla de cuatro. Quizá fueron grupos diferentes. En todo caso, antes de ser conducidos al «paseo», los detenidos compartieron encierro por algunas horas en el cuartel de La Magdalena, y durante la espera nuestro padre pudo saber algo sobre sus compañeros, en particular sobre su procedencia y las circunstancias de su detención. Dos eran de Villarejo, uno de San Miguel -en las memorias no se especifica qué San Miguel puede ser éste- y el otro de La Magdalena. Los dos primeros fueron detenidos en Camposagrado cuando intentaban escapar a la zona de Gordón, lo que también quería hacer el tercero. El de La Magdalena no lo había intentado porque sólo hacía ocho días que su mujer había dado a luz. (Damos estos datos por si pueden ayudar a sus familiares a identificarlos). Por otro lado, nos interesa especialmente dejar clara una cuestión: a Emiliano García no lo dejaron escapar ni fue indultado, sino que se escapó, gracias a una mezcla de decisión, valentía y suerte. Tal como relata en sus memorias, pudo hacerlo porque, mientras los otros cuatro iban atados de dos en dos, él, por su mayor estatura, aunque maniatado, iba solo; pero también porque supo ver la ocasión y tuvo el coraje de aprovecharla. No sólo no fue «indultado», sino que pasó tres días en el monte antes de encontrar a alguien que le escondiera y tres años de «topo» hasta que acabó la guerra. José Luis García García y Emiliano García García (Ponferrada). ¡Aleluya a San Andrés por la inutilidad! Las obras para construir la calle Heriberto Ampudia, la de la plazoleta de plástico, han comenzado. ¡Qué mérito! Cinco años para hacer un trozo de 150 metros! ¡Todo un récord a la inutilidad! Claro, y lo empiezan ahora para inaugurarlo en seis meses. ¡Qué casualidad!. Pero en cinco años estos señores no han hecho nada. ¿O no han tenido tiempo? San Andrés da pena. ¿Podremos los vecinos olvidar esa glorieta de plástico que los concejales de San Andrés nos colocaron durante tanto tiempo? Los dos concejales socialistas que tienen terrenos en esa zona podían decirnos por qué han tardado tantísimo. Pues apañados vamos como para todo tarden tanto como en este caso. Así San Andrés será el peor municipio para vivir, desde luego. Y ahora, por favor, que levanten pisos de ocho o diez alturas, como en otros sitios, que eso sí que se les da muy bien. Estos socialistas leoneses no dan un palo al agua. Alberto García del Río (SanAndrés del Rabanedo). En relación con el artículo publicado en el Diario de León del 11 de octubre de 2002 sobre las fosas comunes de republicanos en Omaña, en el que se hace mención a nuestro padre, Emiliano García García, que era médico de Santa María de Ordás al comienzo de la Guerra Civil, quisiéramos hacer algunas aclaraciones sobre los hechos a que se refiere dicho artículo. Para ello nos basamos no sólo en el recuerdo de la narración de los hechos tantas veces oída de su boca, sino también en unas memorias manuscritas en las que trata extensamente de los acontecimientos de aquellos dolorosos días. Efectivamente, Emiliano García fue detenido y «paseado» en noviembre de 1936, por guardias civiles del puesto de La Magdalena a los que acompañaban falangistas y algún soldado. Sin embargo, no fue el día 5 sino el 23;además, con nuestro padre iban otras cuatro personas, es decir, cinco en total, mientras que en ese artículo se habla de cuatro. Quizá fueron grupos diferentes. En todo caso, antes de ser conducidos al «paseo», los detenidos compartieron encierro por algunas horas en el cuartel de La Magdalena, y durante la espera nuestro padre pudo saber algo sobre sus compañeros, en particular sobre su procedencia y las circunstancias de su detención. Dos eran de Villarejo, uno de San Miguel -en las memorias no se especifica qué San Miguel puede ser éste- y el otro de La Magdalena. Los dos primeros fueron detenidos en Camposagrado cuando intentaban escapar a la zona de Gordón, lo que también quería hacer el tercero. El de La Magdalena no lo había intentado porque sólo hacía ocho días que su mujer había dado a luz. (Damos estos datos por si pueden ayudar a sus familiares a identificarlos). Por otro lado, nos interesa especialmente dejar clara una cuestión: a Emiliano García no lo dejaron escapar ni fue indultado, sino que se escapó, gracias a una mezcla de decisión, valentía y suerte. Tal como relata en sus memorias, pudo hacerlo porque, mientras los otros cuatro iban atados de dos en dos, él, por su mayor estatura, aunque maniatado, iba solo; pero también porque supo ver la ocasión y tuvo el coraje de aprovecharla. No sólo no fue «indultado», sino que pasó tres días en el monte antes de encontrar a alguien que le escondiera y tres años de «topo» hasta que acabó la guerra. José Luis García García y Emiliano García García (Ponferrada).