Diario de León
Publicado por
José Fernández Amez, médico de familia jubilado
León

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¿Qué expresión utilizaría Mafalda para definir a su estilo la situación que vivimos? Pues diría algo así como: «Por favor que alguien corte la desescalada que se avecina que me quiero bajar». Es de locos observar como estamos construyendo el camino para dominar al covid-19, casi todos los parámetros están decreciendo de forma favorable, en menor medida las estancias hospitalarias, menos aún en las UCI y como consecuencia las muertes siguen en una línea que será difícil frenar si no se mantienen las medidas restrictivas que las autoridades sanitarias han recomendado. Ya sé que soy repetitivo.

Cada vez que conseguimos frenar la presión a la que nos somete el virus, queremos «salvar» algo y cada vez y de la misma forma tropezamos con la misma piedra. Si no hay un mando único que de uniformidad a las medidas que debemos seguir manteniendo para doblegar a la pandemia, lo vamos a pasar mal porque habrá 17 planteamientos diferentes, uno por cada CC AA. No se dan las cifras de incidencia acumulada aconsejables para cambiar estas medidas. Madrid está al borde de los 500 y para poder relajar las medidas debería estar por debajo de 50, es decir 10 veces menos. Un Madrid que por cierto tiene experiencia en las recaídas, ya cayó en el mismo error cuando pasó de golpe a lo que se dio en llamar «nueva normalidad» sin haber cubierto las epatas anteriores. La consecuencia fue un escandaloso incremento de casos. Otras CC AA han estado en cifras de escándalo como Extremadura o La Rioja y redujeron muy aceptablemente las cifras con las restricciones aconsejadas. La media española no rebajara los 100 casos por 100.000 en gran parte del mes de marzo, por esta razón no caben aperturas parciales, ni siquiera en las CC AA que están haciendo bien las cosas, desescalar rápido con conducirá a otra ola. Responsabilidad.

Otro factor de interés son los laboratorios, nos hacen trampas, nos las han hecho en varias ocasiones para vender sus vacunas al mejor postor (así lo han hecho Pfizer y Moderna en base a «reajustes») parece que ahora y según nos dicen, podremos vacunar con mayor intensidad y abarcar a la mayor parte de la población. Para ello debemos adelantarnos al virus, ganarle tiempo que es la forma de la que podemos salvarnos de otras olas y de sus consecuencias. Debemos conseguir vacunas, las farmacéuticas una vez hechos sus «reajustes» deben elaborar vacunas sin descanso. Si no es así, las variantes se harán más fuertes, aparecerán nuevas mutaciones que serán más resistentes al virus y volveremos a las lamentaciones. De momento una mutación de la «ya mutada» cepa británica parece «resistirse» a la vacuna y por tanto a reducir su eficacia. Esto es así porque la mutación hace que el virus sea menos detectable para el sistema inmunitario, impidiendo una rápida respuesta ante la infección, además parece ser que contagia antes y durante más días. Debemos seguir manteniendo las medidas preventivas y no bajar en absoluto la guardia. Esta cepa británica es ya la predominante.

Naturalmente solo ganaremos la batalla final a la pandemia si vacunamos a toda la población mundial. De poco nos servirá salvar nuestro pellejo en los países ricos si no salvamos también los de los países pobres.

Si estos países siguen desprotegidos serán objetivo fácil para el virus que entonces será Sars cov-3 o 4 o N… o como le denominen. El esfuerzo debe ser común, global y para ello tanto los países como las empresas farmacéuticas deben ir al alimón. No me parece difícil de conseguirlo.

En España tendríamos que poner 2.300.000 vacunas semanales para llegar al objetivo previsto por el gobierno al que llegaríamos en 10 semanas, en mayo-junio. Se trataría de multiplicar por 10 las dosis que ponemos actualmente. Si esto nos parece imposible, pues no relajemos nuestra presión sobre el virus. En estos momentos es vital.

En fin, si la situación va a seguir decreciendo como nos dicen las autoridades políticas y en menor medida las sanitarias, hay seguir frenando los contagios y solo se me ocurre una forma que es seguir manteniendo las medidas restrictivas actuales que son las que están rebajando la incidencia. En pocos meses habremos conseguido un importante avance para todos. No echemos a perder el buen trabajo realizado, ganemos tiempo a las variantes del virus. Mientras tanto las vacunas irán incrementando nuestra inmunidad hasta conseguir la tan esperada inmunidad de rebaño necesaria. El mundo está encomendado a la vacunación, pero a una vacunación rápida.

Una vez vacunados y como no sabremos si hemos estado o no infectados y por si es el caso y podemos ser trasmisores o infecto-contagiosos, debemos proteger a los demás no relajando nuestras medidas. También que las vacunas no inmunizan al 100% de la población vacunada, que hay un 5-10% a la que parece ser se escapa la protección de la vacuna y que deberán esperar a que su inmunidad celular rechace el virus o que una inmunidad cruzada lo confunda y no lo reconozca. Se comenta si la vacuna además de su casi segura prevención, ¿evitara también la trasmisión? Sería lo ideal pero esto es una conjetura. Deberemos por tanto los vacunados seguir manteniendo distancia, mascarilla y siempre un «cierto sentido común» y prolongar unos días la cuarentena porque la variante británica se mantiene más tiempo en el organismo infectado.

Pero no me creo que todo vaya a ir tan bien, me da que las desescaladas no van a ser tranquilas y no van a ser favorecidas por: las «cañitas» del señor Moreno Bonilla; ni por el levantamiento de los confinamientos perimetrales; ni por la prisa de algunas CCAA como Madrid (CC AA que más casos aporta cada día) y otras CC AA por relajar la hostelería; o porque las mujeres salen el 8-M; y que Fitur anuncia su apertura a finales de mayo; en que se anuncia asimismo la Mobile World Congress; la iglesia anuncia que va a multiplicar por cuatro el aforo permitido por la pandemia; los imbéciles de turno siguen haciendo movidas nocturnas en los lugares más recónditos; además de la violencia callejera vivida estos días de atrás por los actos de adhesión al rapero Hasél… Merece la pena hacer este esfuerzo. No quiero «salvar» nada, solo vidas y esto lo conseguiremos si no cometemos los mismos errores. Con estos «proyectos», me remito al cabecero de mi escrito: «Que alguien pare esto que me quiero bajar».

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