Diario de León

Crece el empleo para los ingenieros técnicos agrícolas

Publicado por
Pedro J. Aguado
León

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La profesión de ingeniero técnico agrícola tiene una gran trayectoria en nuestro país, existiendo desde mediados del siglo XIX. Con el paso del tiempo, la ciencia y la tecnología se han ido incorporando a todos los sectores económicos, incluidas la agricultura y la ganadería, y se necesitan cada vez más ingenieros para el proyecto y gestión de sus instalaciones. Por otro lado, la población mundial crece continuamente, lo que supone una demanda cada vez mayor de alimentos que han de ser suministrados a partir de las actividades agrícolas y ganaderas. Además, la sociedad va incorporando nuevas necesidades directamente relacionadas con la actividad de los ingenieros técnicos agrícolas, como son la seguridad alimentaria, el control de los efectos del cambio climático, el uso de energías renovables, la reducción del consumo agua en instalaciones de riego o ganaderas, las medidas para combatir la despoblación del mundo rural, etc.

Para poder acceder a esta profesión es necesario superar un título universitario que cumpla la orden ministerial CIN/323/2009. Es decir, solo los títulos universitarios que incluyen las temáticas incluidas en esta orden permiten a los titulados ejercer como ingenieros técnicos agrícolas, profesión que tiene, como otras ingenierías, atribuciones profesionales propias. En León esta titulación es la de Grado en Ingeniería Agraria, impartida en la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística correspondientes al curso 2009/10 el número total de titulados universitarios que accedieron a la profesión de ingeniero técnico agrícola en ese curso fue en todo el territorio nacional de 1569. Sin embargo, el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Agrícolas de España, solo en el año 2020 publicó 2160 ofertas de empleo, con lo que es evidente que es imposible cubrir todas las ofertas de trabajo con los estudiantes que actualmente se están graduando. En el año 2021 esta tendencia continua, solo en febrero de 2021 dicho Consejo General publicado 317 ofertas, batiendo un nuevo record.

Castilla y León es la cuarta comunidad en ofertas de empleo por la importancia de las actividades agrícolas, agroalimentarias y ganaderas en el conjunto de la actividad económica

A estas ofertas hay que sumar las de otras entidades como es la Escuela de Ingeniería Agraria y Forestal de León (EIAF), que desde marzo de 2020 a marzo de 2021, pese al complejo escenario laboral en el que nos encontramos por la pandemia provocada por el Coronavirus Sars-Cov-2, ha publicado 39 ofertas de empleo y 20 prácticas en empresa (19 de ellas remuneradas), además de las oposiciones que salen tanto del estado como de las comunidades autónomas, parte de ellas exclusivas para ingenieros técnicos agrícolas. Solo en Castilla y León, en el 2020, se convocaron 55 plazas de ingeniero técnico agrícola (Bocyl de 25/11/2020). El mayor número de ofertas de empleo de titulados está provocando que muchas ofertas queden vacantes, en los cursos 2017/18 y 2018/19 un 30% de las ofertas publicadas por la EIAF de León no se pudieron cubrir por falta de titulados. Los datos actuales apuntan a que se sigue en esta línea, existiendo una mayor demanda de titulados que oferta de los mismos.

Analizando las cifras del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Técnicos Agrícolas por comunidades autónomas se puede apreciar que Castilla y León es la cuarta comunidad en ofertas de empleo, algo que parece lógico dada la importancia de las actividades agrícolas, agroalimentarias y ganaderas en el conjunto de la actividad económica de la comunidad.

Como se ha avanzado anteriormente, cabe destacar que este elevado número de ofertas de empleo se ha producido durante la crisis del covid-19, iniciada en marzo de 2020 y que aún continúa. Aunque algunos sectores del sector agroganadero si se han visto seriamente afectados, la mayoría han seguido funcionando, incrementando su actividad parte de ellos. Esto se debe a que estas actividades son esenciales, es decir, la producción de alimentos no se puede parar, ni siquiera por un plazo corto de tiempo, porque es necesaria para la supervivencia de los seres humanos. Gracias a que nuestro país es una potencia en producción agrícola y ganadera, los diferentes confinamientos se han podido superar sin generar importantes restricciones en el suministro de alimentos, de otro modo, el abastecimiento de alimentos se habría visto seriamente comprometido.

En cuanto al tipo de actividad de dichas ofertas de empleo, el porcentaje más alto es de técnico-comercial, algo lógico pues las empresas que venden productos agrícolas (fitosanitarios, semillas, equipos de riego, maquinaria, etc) necesitan técnicos que además de promocionar sus productos asesoren debidamente a los clientes, para lo que tienen que tener unos sólidos conocimientos técnicos. En segundo lugar se encuentran los que son contratados como técnicos (ingenieros), la mayoría de ellos para la gestión de explotaciones agrarias. El tercer lugar lo ocupan las actividades en departamentos de calidad y el cuarto la realización de proyectos y tasaciones. Debe recordarse que al ser una ingeniería y tener atribuciones profesionales propias, una actividad importante es la de realización de proyectos (industrias agroalimentarias, regadíos, caminos rurales, alojamientos ganaderos, instalaciones agrícolas, etc) y la dirección de obras.

A modo de conclusión, es evidente que la profesión de ingeniero técnico agrícola tiene futuro, con un mercado de trabajo creciente y necesita personal cada vez más cualificado y con conocimientos de las últimas tecnologías, lo que supone una gran oportunidad para los recién titulados.

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