Pablo San José Recio, abad honorario del Dulce Nombre de Jesús Nazareno
La Ronda de la Cofradía del Dulce Nombre
En León la noche del Jueves Santo tiene una personalidad y un sentimiento especiales. Porque a partir de las doce de la noche y hasta las siete de la mañana sale La Ronda de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, iniciando su recorrido primero delante del Ayuntamiento de León, para seguir en el Obispado, Diputación, Delegación del Ministerio de Defensa y Subdelegación del Gobierno, cumplimentando de esta forma a las autoridades eclesiásticas, civiles y militares establecidas en la ciudad. Después se acompaña «a encerrar» en su domicilio al abad de turno y seguirá por toda la ciudad recordando a todos los hermanos de Jesús que se preparen para la procesión, con el tradicional «levantaos, hermanitos de Jesús, que ya es hora».
En el primer toque en el Ayuntamiento el abad de turno, acompañado por su Junta de Seises, hermanos de la cofradía y multitud de leoneses, reza un padrenuestro y un ave maría por el alma de los cofrades fallecidos. Seguidamente se pasa al interior de la Casa Consistorial donde el señor alcalde recibe a la Junta de Gobierno de la cofradía y ya después se continúa con los toques oficiales.
La Ronda ha tenido en el transcurso de los tiempos su fiel reflejo en la historia de la ciudad de León por parte de los cronistas y estudiosos de nuestra Semana Santa en todos los tiempos. Me permito señalar aquí a los últimos cronistas oficiales de la ciudad: Máximo Cayón Waldaliso, Luis Pastrana Giménez y Máximo Cayón Diéguez, también destacados papones a cuya obra me remito.
De la especial relevancia de este acto se da cuenta en la declaración de la Semana Santa de León como de Interés Turístico Internacional, donde se hace la expresa mención de este reconocimiento a La Ronda de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno.
Este acto único en el mundo dentro de la representación de la pasión de Nuestro Señor Jesucristo pienso que debería de tener un monumento dentro de la ciudad.
Ahora que el Ayuntamiento de León ha dedicado, yo creo que con acierto, erigir un monumento al papón leonés, ello daría más contenido, si cabe, junto con el museo de la Semana Santa, a que León Ciudad de Semana Santa tuviera su reflejo visible en las calles de la ciudad durante todo el año.
La Semana Santa leonesa acumula larga historia y notable personalidad propia y la típica y única Ronda, junto con otros actos señeros tiene que tener el reconocimiento que se merece.
El monumento como idea pienso que ahora que se ha peatonalizado el entorno de la plaza de San Marcelo se podría ubicar delante de la fachada del Ayuntamiento.
La construcción sería con materiales nobles y representaría a los actores de La Ronda, esquila, clarín, tambor y voz. En la base del mismo figuraría una breve leyenda acerca de la peculiar historia y el contenido real del acto.
El importe económico pienso que no sería alto y, si la corporación municipal no pudiera asumirlo, se podría contar con la colaboración de otras instituciones leonesas así como con la generosidad de los papones de León.
Ahora que en estos tiempos de pandemia los papones de León tenemos el alma encogida, actos como La Ronda de Jesús nos ayudan a levantar nuestro dolorido ánimo.