Sánchez, ese hombre, ¡adiós PSOE!
Hacer un semblante del presidente del Gobierno es adentrarse en una psique llena de misterios. Yo no sé si Pedro Sánchez, cuando habla, es consciente de lo que dice o le traiciona el subconsciente. Se dice que el ser humano en su interior es una máquina insospechada. Los hechos, muchas veces, no guardan relación con los pensamientos. Hacer un análisis de los pensamientos de Sánchez, de sus ideas, de sus fines, es entrar en el campo de la ironía ya que la verdad filosófica en él no es el resultado de hacer lo que piensa porque el único pensamiento al que se aferra es cómo se mantiene en el poder. Toda gira en torno a esa idea.
El retrato que ha hecho un psicoanalista lo describe así: Sánchez tiene trastornos de personalidad narcisista y psicópata. No está capacitado para discernir lo que está bien y mal. Es vengativo. Es celoso. Es frío y calculador. Con el dinero de todos los españoles regala prebendas a todos sus súbditos. Él nunca ha trabajado. No sabe lo que es el esfuerzo. Se encontró con la abundancia y no tiene sentido del ahorro ni de la dignidad. La idea de Sánchez es ser patrimonialista. Se legitima, a sí mismo. Quizás el que mejor lo ha retratado es Pérez Reverte: le importa todo un huevo de pato. Es ambicioso, sin escrúpulos, Es un killer. Los ha matado a todos. Y a los que no ha matado los va a matar. Mató a Rajoy, mató a González, mató a Guerra, matará al Rey, si puede. A Pablo Iglesias ya se la ha clavado. Lo dejó fuera de combate.
A nadie le es ajeno el caudillaje del presidente del Gobierno. Tenemos que decir que el PSOE es él y su cohorte que dependen del señor feudal y que fielmente le sirven. Se pueden contar con los dedos de la mano y, sobraría alguno, los que están con Sánchez. Los ministros, no todos, y, sobre todo su asesora y manipuladora principal, Adriana Lastra. La ilustre universitaria que nunca terminó una carrera. Dice que empezó a trabajar a los dieciséis años pero que nunca estuvo dada de alta en la Seguridad Social. Es experta en todas las ciencias. Lo mismo maneja el derecho, la economía o la diplomacia. En nombre del jefe, negocia: la reforma laboral, las relaciones con Bildu, las relaciones con los independentistas y el acercamiento de los asesinos a las cárceles vascas. Como títere tiene a Carmen Calvo y al maestro Ábalos que nunca ejerció, pero se atreve a dar lecciones de toda clase.
Es polifacético. Esto es el PSOE. Este es el partido que él ha creado a su imagen y semejanza. El resto del PSOE no existe. Un buen socialista, hay muchos, no aprueba los desmanes de este personaje. Unos pocos hablan y otros muchos callan por miedo a perder el puesto y no salir en la foto.
El día que Sánchez abandone el poder no, porque quiera, sino, porque va a sufrir un descalabro y los españoles, en su hartazgo, lo van a recluir para siempre en el ostracismo. Con la particularidad que a él le importará un bledo ya que seguirá con el coche, chofer, secretaria y puede ser que con el Falcon. Lo único que su orgullo será pisoteado, en especial, por aquella clase política que un día lo auparon. Habrá una desbandada que no tendrá nido para cobijarse. Le da igual. La crítica no va con él. El narcisismo es una enfermedad que no tiene fármacos para su cura. Ya tiene asegurado su futuro. El PSOE es él, repito.
Sánchez creo que fue iluminado por algún extraterrestre porque no se entiende los disparates que está cometiendo. No se entiende como el presidente de un país comete tantas barbaridades. No se entiende que un presidente esté siempre al margen de la Ley. Le importa un rábano España. Le da igual que España se hunda. Le da igual que el déficit público y la deuda se disparen. Le da igual que el país vaya a la ruina. Solo piensa en mantenerse en el poder para seguir viviendo en el lujo y en tener siervos que le brinden pleitesías porque, al fin, viven de él.
Yo creo que los españoles estamos abandonando las ideologías y cada vez estamos convenciéndonos que ese voto cautivo se está diluyendo. Eso de que mi familia es socialista o sufrió las consecuencias de una guerra y tengo que votar PSOE cada vez tiene menos valor. Habrá nostálgicos, pero se darán cuenta que la historia no puede ser siempre protagonista. Este país tiene que europeizarse en política y en democracia. Las nuevas generaciones no entienden de guerras pasadas, ni de ideologías, ni de lealtades. Lo que quieren es solución a sus problemas. Que en este país haya trabajo y no tenga que coger el macuto el día que terminen mis estudios porque esta tierra me niega el pan y la sal.
Sánchez está arruinando el país por salvarse él y sus adláteres. Hagamos una reseña de sus pensamientos que son fáciles de adivinar. Está en el poder porque ha traicionado todos los principios éticos y morales. No se aliaría con Iglesias y cayó en sus manos. Sólo por el poder. No se alinearía nunca con los independentistas y cayó en sus redes. Sólo por el poder. Jamás pactaría con los asesinos de ETA y se arrodilla ante los criminales porque los necesita. ¡Qué imagen más indigna del ministro Iceta! haciendo reverencias a Ergoreka entregando las llaves de las cárceles, entregando la libertad de los presos etarras pagando el favor de su lugarteniente por haberle elevado al trono.
Sánchez indultará a los del procés porque los necesita. Sánchez accederá a sus reivindicaciones y pudiera ser que les ofrezca el referéndum para salir de España por la puerta grande. Sánchez está desguazando España. Detrás viene Baleares, Valencia. El castellano será residual. Todo se permite con tal del favor del poder. Ahora bien, socialistas de siempre, los buenos socialistas, los socialistas que renunciasteis en su día al comunismo y os acercasteis a la socialdemocracia europea, sabed que ese partido que enarbolasteis tiene los días contados.
Sánchez va a arrastrar al abismo vuestra historia. El partido socialista caerá en una sima que tardará generaciones en levantarse. Esto ocurrió en Francia, en Italia, en el laborismo británico. Sánchez está obsesionado con el poder y es un enfermo crónico que si lo tiene que dejar se sumirá en una profunda depresión y que no habrá fármacos para salir de ella.
El PSOE se diluirá porque habéis permitido que un caudillo hunda vuestra historia. Sánchez, ese hombre, en cuatro años arruinará ciento cuarenta años cuando en 1879 nace el Partido Socialista de manos del tipógrafo Pablo Iglesias. Pronto será un desguace y habrá que decir ¡Adiós PSOE!
El presidente Sánchez por su ego arruinó una empresa necesaria, dejando a todos sus obreros sumidos en la soledad, sin trabajo y sin futuro.