Gobierna
Están tan empeñadas las pregoneras del feminato en defender el empleo del género femenino en el léxico ordinario de nuestra lengua que me sumo a la fiesta y les regalo este neologismo con el que titulo este texto. ¿Sabrá la ministra de Igualdad lo que significa? Pues ya que tenemos un Gobierno que presume de tener dieciocho ministras-muyeres por catorce ministros-varones, bien merece el título de Gobierna.
No me atreveré a juzgar la idoneidad de los elegido/as para el nuevo consejo de ministros. Sus currículos ya se airearon en todas las pantallas. Pero no me dejaré camelar por esas pomposas titulaciones ¡cuántas veces, inventadas! Ya nos acostumbramos a que las carteras del membrete dorado no las porten los mejores técnicos de la nación sino los cuadrilleros más serviles del mataor que ha llegado a la presidencia.
Ya nos acostumbramos a que las carteras del membrete dorado no las porten los mejores técnicos sino los cuadrilleros más serviles del ‘mataor’ que ha llegado a la presidencia
Y no juzgaré la labor de los que han estado —de los nuevo/as poco podemos decir— por la calidad de las leyes que promulgaron o la relevancia de las hechos que ejecutaron. Que estos son muy dados a la controversia y fáciles de manipular por la propaganda. Lo que haré es tirar simplemente del archivo audiovisual que ha quedado de sus meses al frente del Ministerio. De las frases que salieron de sus bocas y las conductas privadas que pudimos conocer, que me parece un elemento de juicio mucho mas precioso para valorar su labor. Para juzgar la valía de quienes manejan un presupuesto de 400.000 millones de euros —los gastos anuales del estado español— y deciden las vidas de casi 50 millones de individuos.
Así que dejo al juicio del lector/a la solvencia, la calidad moral y el coeficiente de inteligencia de los que dejaron el barco y los que repiten tras este cambio de Julio, pensado para ganar las Generales del 23. De sus bocas salieron estas memorables perlas, que cualquiera puede encontrar en el buscador de Google: Doña Calvo, Carmen Calvo, exvicepresidenta primera, doctorada en Derecho Constitucional, «El español (el idioma) está lleno de anglicanismos. «Deseo que la Unesco legisle para todos los planetas», «estamos manejando dinero público y el dinero público no es de nadie», «felicito a los actores del monologo». A la vista de su reguero de expresiones bien podríamos llamarla Doctora Escarola ya que doctora dice ser.
María Jesús Montero, ministra de Hacienda. Licenciada en Medicina y Cirugía y máster en Gestión Hospitalaria. De su boca salieron estos memorables pleonasmos o redundancias ridículas en alguien estudiao: «Personas actuales», «desde el final del día a la noche» o «situación individual de cada uno»
Isabel Celaá, ministra de Educación y Formación Profesional, Licenciada en Filología Inglesa y Derecho: «Los hijos no pertenecen a los padres» (ah, claro, pertenecen al Estado para que pueda prepararlos cuanto antes para hacerse buenos borricos»)
José Luis Ábalos, exministro de Fomento, profesor de EGB», «el Congreso no puede ser aut