Diario de León

El «esperpento» del pantano del Duerna El «esperpento» del pantano del Duerna

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

«A buenas horas mangas verdes», «...de que el burro muerto la cebada al rabo», decía ayer mi abuelo que allí vive, valdornés de siempre, 94 años a sus enjutas espaldas. Claro que suscribimos sus sabios refranes quienes vivimos hoy en la capital. Hace ya más de 20 y 30 años que abandonamos el pueblo los que segamos a guadaña el áspero centeno del monte -igual que el del famoso Circuito, no por afamado menos nefasto-, los que engavillamos a mano la punzante cebada de la vega, los que represamos a azada a las tres de la tarde las patatas y las «habas» bajo aquel sol de junio de más de 30 grados. Y utilizamos aún la noria y el motor Piva de 2 tiempos para regar compartiendo el reguero del agua con dos vecinos... Sí, tan sólo hace de esto 20 y 30 años. Y nos fuimos. Y el pueblo rebosaba aún de gente joven, con ganas; pero aquella penuria de trabajo sin rentabilidad, de más trabajo sin satisfacción... ¡Oh, cielos! se van a ver recompensados ahora con una promesa de pantano para el río Duerna... «caudaloso» donde los haya. Esta obra reclamada desde el año ¡1902! parece que llega cuando la gran mayoría de la población de nuestros pueblos son jubilados, que lo que quieren es: menos circuitos de velocidad -caprichito de dos- y más hospitales y residencias, menos pantanos y más ambulancias para que ningún niño (si queda alguno, porque no hubo pantano en 1960/70) tenga que viajar con una aceituna atascada en la garganta 50 kilómetros hasta la capital para que, obviamente, acaben certificando su muerte. O un abuelo o padre nuestro, de más de 65 años el más joven, tenga que acudir a un neurólogo, cardiólogo... a su visita de rigor porque en la pantanosa Valduerna y su comarca no existe uno a menos de 50 kilómetros. ¿Alguien ha preguntado a las gentes de la comarca de la Valduerna, hoy, cuando estamos en el año 2002, si de verdad quieren el pantano? ¿Han preguntado al agricultor actual -el otro 2% de la población que nos queda - si de verdad lo quiere? ¿Han preguntado a los propietarios de la tierra, incluidos los que nos encontramos fuera del pueblo, si estamos dispuestos a pagar 62.500 pesetas por hemina (0.0625 Has.), como cuota anual de riego? ¿Alguien sabe si tenemos también que pagar esas 62.500 pesetas por hemina por los terrenos baldíos? ¿Tenemos que cobrar a nuestros renteros 62.500 pesetas por hemina cuando hoy pagan de 2.500 a 3.000 ptas.? ¿Cómo podrá un jubilado, que tenga tan sólo una hectárea de terreno, hacer frente con su pensión anual a este impuesto? ¿Qué herencia deja a sus hijos, la mayoría de ellos residiendo fuera del pueblo?, ¿tierras de regadío o un impuesto revolucionario? ¡Por Dios, en qué cabeza cabe todo esto! Quiero pensar que ni en la de ningún destrianés, por muy concejal que sea y aunque no posea hectárea alguna. ¿Quién «mueve esto» ahora que es inviable agrícola y económicamente? ¿Qué presunta zona agrícola se va a regar, ahora que no hay quien riegue? ¿Qué central hidroeléctrica está interesada en construir la presa del Duerna a costa de los valdorneses con la cuota por hectarea citada, para producir 2.5 megavatios y sumarlos a su cuenta de resultados -inexorablemente con futuro fiscal vasco-, cuenta muy distinta a la del jubilado leonés, valdornés? La cruzada antipantano del Duerna está garantizada. David F. López Pérez (León). «A buenas horas mangas verdes», «...de que el burro muerto la cebada al rabo», decía ayer mi abuelo que allí vive, valdornés de siempre, 94 años a sus enjutas espaldas. Claro que suscribimos sus sabios refranes quienes vivimos hoy en la capital. Hace ya más de 20 y 30 años que abandonamos el pueblo los que segamos a guadaña el áspero centeno del monte -igual que el del famoso Circuito, no por afamado menos nefasto-, los que engavillamos a mano la punzante cebada de la vega, los que represamos a azada a las tres de la tarde las patatas y las «habas» bajo aquel sol de junio de más de 30 grados. Y utilizamos aún la noria y el motor Piva de 2 tiempos para regar compartiendo el reguero del agua con dos vecinos... Sí, tan sólo hace de esto 20 y 30 años. Y nos fuimos. Y el pueblo rebosaba aún de gente joven, con ganas; pero aquella penuria de trabajo sin rentabilidad, de más trabajo sin satisfacción... ¡Oh, cielos! se van a ver recompensados ahora con una promesa de pantano para el río Duerna... «caudaloso» donde los haya. Esta obra reclamada desde el año ¡1902! parece que llega cuando la gran mayoría de la población de nuestros pueblos son jubilados, que lo que quieren es: menos circuitos de velocidad -caprichito de dos- y más hospitales y residencias, menos pantanos y más ambulancias para que ningún niño (si queda alguno, porque no hubo pantano en 1960/70) tenga que viajar con una aceituna atascada en la garganta 50 kilómetros hasta la capital para que, obviamente, acaben certificando su muerte. O un abuelo o padre nuestro, de más de 65 años el más joven, tenga que acudir a un neurólogo, cardiólogo... a su visita de rigor porque en la pantanosa Valduerna y su comarca no existe uno a menos de 50 kilómetros. ¿Alguien ha preguntado a las gentes de la comarca de la Valduerna, hoy, cuando estamos en el año 2002, si de verdad quieren el pantano? ¿Han preguntado al agricultor actual -el otro 2% de la población que nos queda - si de verdad lo quiere? ¿Han preguntado a los propietarios de la tierra, incluidos los que nos encontramos fuera del pueblo, si estamos dispuestos a pagar 62.500 pesetas por hemina (0.0625 Has.), como cuota anual de riego? ¿Alguien sabe si tenemos también que pagar esas 62.500 pesetas por hemina por los terrenos baldíos? ¿Tenemos que cobrar a nuestros renteros 62.500 pesetas por hemina cuando hoy pagan de 2.500 a 3.000 ptas.? ¿Cómo podrá un jubilado, que tenga tan sólo una hectárea de terreno, hacer frente con su pensión anual a este impuesto? ¿Qué herencia deja a sus hijos, la mayoría de ellos residiendo fuera del pueblo?, ¿tierras de regadío o un impuesto revolucionario? ¡Por Dios, en qué cabeza cabe todo esto! Quiero pensar que ni en la de ningún destrianés, por muy concejal que sea y aunque no posea hectárea alguna. ¿Quién «mueve esto» ahora que es inviable agrícola y económicamente? ¿Qué presunta zona agrícola se va a regar, ahora que no hay quien riegue? ¿Qué central hidroeléctrica está interesada en construir la presa del Duerna a costa de los valdorneses con la cuota por hectarea citada, para producir 2.5 megavatios y sumarlos a su cuenta de resultados -inexorablemente con futuro fiscal vasco-, cuenta muy distinta a la del jubilado leonés, valdornés? La cruzada antipantano del Duerna está garantizada. David F. López Pérez (León).

tracking