Banca y política

EN Estados Unidos la política, desde hace muy tiempo, está influenciada por grupos económicos que, últimamente, más que influir dirigen tanto su orientación en el interior, con recortes sociales y aumentos del gasto de defensa, como en el exterior, obsesionados con el petróleo. En España no se ha producido tal confusión: la actitud empresarial ha estado, hasta ahora, bastante a cubierto de los políticos, del mismo modo que la política se mantuvo preservada de la acción de los grupos económicos, aunque con algunas excepciones, especialmente cuando había de por medio empresas públicas, privatizaciones, grupos de comunicación o mezcolanzas entre todos estos ingredientes. El modelo americano, sin embargo, puede tener seguidores en España y quizá uno de los primeros dirigentes del mundo económico (en este caso, del ámbito financiero) con inquietud política sea el actual presidente del BBVA, que ha expuesto recientemente, y desde el extranjero, su preocupación por la vigencia del marco constitucional y del Estatuto en el País Vasco, en el que el banco que preside tiene sus raíces. El BBVA tiene en el País Vasco algo más que sus raíces; tiene también desde su nombre hasta su sede. Tal vez el añadido de la «A» de Argentaria haya supuesto un peso de tal envergadura que pueda cambiar las raíces, el nombre y el domicilio, porque la política afecta a todos, también a los presidentes de banco que, de cuando en cuando, podrían haberse entretenido en formular análisis prospectivos sobre la evolución de la política en otros países... Por ejemplo, en Argentina o en Brasil.