Diario de León

Un caso de despilfarro en Val de San Lorenzo Piensa en negro Un caso de despilfarro en Val de San Lorenzo Piensa en negro

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Señor don José María López Benito: Por la presente me dirijo a usted para que nos explique acerca de un despilfarro de dinero público que tuvo lugar hace algún tiempo en el Ayuntamiento de Val de San Lorenzo, gobernado por el PP, ya que los que tenían que informar del asunto, que son el alcalde, don Francisco Nistal de la Iglesia, y el teniente de alcalde, don Santiago Geijo Quintana, que fueron los protagonistas del suceso, no lo hacen, se limitan a utilizar la estrategia del avestruz. El año pasado tuvo lugar una subasta pública en dependencias de los juzgados de Astorga; se subastaron dos inmuebles ubicados en Val de San Lorenzo por los cuales el Ayuntamiento tenía interés en hacerse con ellos para instalar en los mismos un museo textil (con lo que el vecindario estamos de acuerdo). Estos dos edificios salieron a subasta por menos de cinco millones de pesetas. Por tanto, si nadie se interesaba por ellos, el Ayuntamiento se podía hacer con ellos por menos de los referidos cinco millones. El día de la subasta varios vecinos acudimos con la intención de comprobar cuál sería el desenlace. En representación del Ayuntamiento se presentó únicamente el teniente de alcalde. Al comenzar la subasta, este señor, sin que nadie se interesara por dichos inmuebles, ofreció 7,5 millones de pesetas en nombre del Ayuntamiento y, sin más, se los adjudicaron. Una vez expuesto este acto de buena gestión del dinero público por parte de estos dos señores y en mi calidad de contribuyente tengo que preguntarle a usted: ¿Es tan fácil despilfarrar el dinero público y encima creerse que lo están haciendo bien? ¿Por qué despilfarraron estos 2,5 millones de pesetas? ¿Qué tiene que decir?. Ricardo Fernández Luengo (Val de San Lorenzo). En negro debemos pensar por aquello de la paz del planeta puede vestirse de luto en cualquier momento. Piensa en negro por los muertos de patera. Por los muertos de pantera, la mayor y mas voraz de las especies conocidas, la pantera del hambre. Pienso en negro doblemente como mujer por los burkas visibles y por los que van tejiendo la sumisión y la humillación por dentro sin la mínima posibilidad de mirarse a si mismas como personas. Pienso en negro y voto a la vida que aquí si que el pensamiento es negro, porque la autoinmolación para llevarse a unos cuantos contigo a la muerte es el suburbio de la inconsciencia más duro, contra los camicaces, cada más y en crescendo, no hay absolutamente mas que la negrura total de pensamiento. Sin embargo, y por mi condición de humana, ando con egoísmos: que si me lamento del trabajo, que si me duele una pierna, que si estoy hasta el gorro del aspirador, que si me agobia la compra... «¡Vergüenza debería darte!», me grita la conciencia, y tiene razón mi conciencia, me quejo de vicio. Tengo salud, trabajo, unos eurillos para disfrutarlos con mis amigos... Sólo tengo que dar un par de pasos para dar la razón a mi conciencia, o menos, sólo con conectar el mando del televisor, puedo comprobar que vamos a necesitar mucha solidaridad y mucho convencimiento de que nosotros también podemos estar en cualquier momento en el otro lado, en el lado de la enfermedad, de la pobreza, de la humillación, o de la sumisión. En nuestras neuronas, que según dicen son de un gris favorecedor, está el dejar el luto y ponernos de alivio para poco a poco pasar al color natural del «reparto, luego existo». Puedo prometer y prometo que hoy me he levantado contenta y he dormido muy bien, pero al abrir la ventana para que se ventilara la cama, he visto desmayado o muerto el cuerpo de un sueño. Manuela Bodas Puente (correo electrónico). Señor don José María López Benito: Por la presente me dirijo a usted para que nos explique acerca de un despilfarro de dinero público que tuvo lugar hace algún tiempo en el Ayuntamiento de Val de San Lorenzo, gobernado por el PP, ya que los que tenían que informar del asunto, que son el alcalde, don Francisco Nistal de la Iglesia, y el teniente de alcalde, don Santiago Geijo Quintana, que fueron los protagonistas del suceso, no lo hacen, se limitan a utilizar la estrategia del avestruz. El año pasado tuvo lugar una subasta pública en dependencias de los juzgados de Astorga; se subastaron dos inmuebles ubicados en Val de San Lorenzo por los cuales el Ayuntamiento tenía interés en hacerse con ellos para instalar en los mismos un museo textil (con lo que el vecindario estamos de acuerdo). Estos dos edificios salieron a subasta por menos de cinco millones de pesetas. Por tanto, si nadie se interesaba por ellos, el Ayuntamiento se podía hacer con ellos por menos de los referidos cinco millones. El día de la subasta varios vecinos acudimos con la intención de comprobar cuál sería el desenlace. En representación del Ayuntamiento se presentó únicamente el teniente de alcalde. Al comenzar la subasta, este señor, sin que nadie se interesara por dichos inmuebles, ofreció 7,5 millones de pesetas en nombre del Ayuntamiento y, sin más, se los adjudicaron. Una vez expuesto este acto de buena gestión del dinero público por parte de estos dos señores y en mi calidad de contribuyente tengo que preguntarle a usted: ¿Es tan fácil despilfarrar el dinero público y encima creerse que lo están haciendo bien? ¿Por qué despilfarraron estos 2,5 millones de pesetas? ¿Qué tiene que decir?. Ricardo Fernández Luengo (Val de San Lorenzo). En negro debemos pensar por aquello de la paz del planeta puede vestirse de luto en cualquier momento. Piensa en negro por los muertos de patera. Por los muertos de pantera, la mayor y mas voraz de las especies conocidas, la pantera del hambre. Pienso en negro doblemente como mujer por los burkas visibles y por los que van tejiendo la sumisión y la humillación por dentro sin la mínima posibilidad de mirarse a si mismas como personas. Pienso en negro y voto a la vida que aquí si que el pensamiento es negro, porque la autoinmolación para llevarse a unos cuantos contigo a la muerte es el suburbio de la inconsciencia más duro, contra los camicaces, cada más y en crescendo, no hay absolutamente mas que la negrura total de pensamiento. Sin embargo, y por mi condición de humana, ando con egoísmos: que si me lamento del trabajo, que si me duele una pierna, que si estoy hasta el gorro del aspirador, que si me agobia la compra... «¡Vergüenza debería darte!», me grita la conciencia, y tiene razón mi conciencia, me quejo de vicio. Tengo salud, trabajo, unos eurillos para disfrutarlos con mis amigos... Sólo tengo que dar un par de pasos para dar la razón a mi conciencia, o menos, sólo con conectar el mando del televisor, puedo comprobar que vamos a necesitar mucha solidaridad y mucho convencimiento de que nosotros también podemos estar en cualquier momento en el otro lado, en el lado de la enfermedad, de la pobreza, de la humillación, o de la sumisión. En nuestras neuronas, que según dicen son de un gris favorecedor, está el dejar el luto y ponernos de alivio para poco a poco pasar al color natural del «reparto, luego existo». Puedo prometer y prometo que hoy me he levantado contenta y he dormido muy bien, pero al abrir la ventana para que se ventilara la cama, he visto desmayado o muerto el cuerpo de un sueño. Manuela Bodas Puente (correo electrónico).

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